El grupo de familiares y amigos de alcohólicos Al-Anon que se reúne en la parroquia Santa Rita tiene una historia de más de dos décadas. En Argentina, estos grupos comenzaron hace casi sesenta años. Y en el mundo en 1951, en Nueva York, por iniciativa de la esposa de un alcohólico, cofundador de Alcohólicos Anónimos.
¿Dónde radica su fortaleza? ¿Cuál es su sentido profundo? ¿Cómo es su funcionamiento? De estas cosas conversamos un jueves con el grupo santarritense, un rato antes que comenzaran su encuentro semanal.
– Yo vine por primera vez un mes después que mi marido entró en Alcohólicos Anónimos. Él empezó cuando su terapeuta lo puso contra la pared, le había dicho: “si no vas a Alcohólicos Anónimos, no te atiendo más”. Yo no tenía la menor idea de lo que era esto, sabía que era para familiares de alcohólicos pero lo que encontré me cambió la vida. Me di cuenta que era un programa para mí, no para él, porque a mí me molestaba muchísimo lo que le pasaba al otro, me destruía, entonces necesitaba herramientas para que eso no me pasara, porque el otro iba a seguir haciendo la suya.
Al-Anon no te garantiza que vas a vivir una vida espléndida, lo que te garantiza es que vas a poder sobrellevar lo que la vida te presente, porque estás acompañada, porque tenés diferentes armas para pasarlo.
– Yo tengo a mi hijo alcohólico y los grupos de Al-Anon me los recomendó una clienta suya cuando le conté lo que me pasaba con él. Ella me decía que no lo podía creer… porque el alcohólico es muy simpático, muy atento con todo el mundo, hasta que se pone a tomar. Entonces ella me dijo “tenés que ir a los grupos de Al-Anon”; vine y no me fui más. Son más que mi familia, acá me salvaron la vida, aprendí cómo tratar al alcohólico, aprendí lo que tengo que hacer y también lo que no tengo que hacer, aunque me muerda los codos.
– La realidad es que uno viene acá para afrontar los problemas de mejor manera, no para que desaparezcan. Al-Anon no te garantiza que vas a vivir una vida espléndida, lo que te garantiza es que vas a poder sobrellevar lo que la vida te presente, porque estás acompañada, porque tenés diferentes armas para pasarlo.
– Lo que yo me encontré acá es un programa de esperanza. No es religioso, es espiritual. Acá cada uno tiene su religión, hay ateos también. Lo que nos mancomuna es la problemática que todos compartimos, que es tener un familiar o un amigo alcohólico, entonces cuando contamos nuestras experiencias siempre nos vamos viendo identificados.
Lo que nos mancomuna es la problemática que todos compartimos, que es tener un familiar o un amigo alcohólico, entonces cuando contamos nuestras experiencias siempre nos vamos viendo identificados.
– ¿Cómo funcionan los grupos?
– Nuestra recuperación se basa en doce pasos. Son principios que nos guían para manejarnos en el grupo internamente y hacia la comunidad también. Entre nosotros no hay un coordinador, la profesión que cada uno tenga en su vida no importa, acá todos nos consideramos iguales. Preservar el anonimato tiene que ver con eso.
– Una de las tradiciones tiene que ver con el mantenimiento del grupo, con ser autosuficientes. Entonces ni los grupos de alcohólicos ni los de familiares aceptamos donaciones, porque eso daría poder al que hace la donación y se perdería independencia. Hacemos un aporte voluntario, cada uno lo que puede y el que no puede, no pone, no es obligatorio.
– En las reuniones leemos literatura aprobada por Al-Anon. Yo tengo la experiencia de haber asistido a grupos de Al-Anon en diferentes países y comprobar que leen la misma literatura que leemos acá. A nadie se le ocurre traer otra cosa por más hermosa que sea. Es literatura escrita por miembros de Al-Anon en base a sus experiencias personales; son historias de personas que pudieron poner en práctica alguno de los pasos que nosotros tenemos como programas. Entonces uno se siente identificado, uno va dándose cuenta de que, a pesar de las diferencias, nos pasa exactamente lo mismo y tenemos las mismas herramientas para poder superarlo.
– ¿Quién elige esa literatura?
– La Conferencia Internacional, que está integrada por representantes de las conferencias nacionales de cada país. Funciona así: en cada grupo elegimos a uno que nos representa en un distrito, el distrito elige uno que lo representa a nivel nacional y ahí se elige un delegado que va a la Conferencia Internacional. En todos los países pasa lo mismo.
– En la pared de la sala tienen colgado un cartel con la frase: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar… Valor para cambiar aquellas que puedo…y Sabiduría para reconocer la diferencia”. ¿Cómo convive esta mención a Dios con la ausencia de religión?
– Esa es la Oración de la Serenidad. La persona que no es religiosa puede cambiar esa palabra. La literatura habla de un “poder superior”. Yo soy budista, entonces cuando hablan de eso pienso en la naturaleza o el universo.
– Para mí el «poder superior» lo representa este grupo.
También existen grupos para adolescentes familiares o amigos de alcohólicos, llamados Alateen. Esos grupos sí tienen a uno o dos coordinadores, que son miembros de Al-Anon mayores de 21 años.
Al-Anon Villa Santa Rita. Grupo «Valor»
Reuniones los jueves de 18 a 19.45
Parroquia Santa Rita: Camarones 3443
Teléfono: 11 3256-4729
Web: www.alanon.org.ar