En Villa del Parque el barrio El Hogar Obrero es toda una referencia. El complejo de edificios y torres de hasta 15 pisos, que en parte llama la atención por estar rodeado de jardines, se extiende sobre algo más de una manzana y media entre las calles Lascano, Emilio Lamarca y Jonte. Y aunque ya no está ligado a la cooperativa que le dio origen (que quebró en los ’90 y resurgió años después), el barrio sigue llamándose así y conservando entre sus lindes una historia inmensa.
También las instalaciones del Instituto de Enseñanza Superior Juan B. Justo – o “el Juanbe”, la escuela que ofrece niveles desde maternal hasta terciario– están por geografía, por pasado común y por identidad inevitablemente entrelazadas con El Hogar Obrero.

Con algo de eso tuvo que ver el hecho de que el Juanbe se sumara este año por primera vez a la Noche de los Museos, una de las actividades culturales más convocantes de la Ciudad. La propuesta, que se pudo visitar desde la tarde del 8 de noviembre, mostró un altísimo nivel y buscó justamente ir al rescate de esa memoria profunda vinculada con el Hogar Obrero y el cooperativismo. El resultado fue un programa que incluyó exhibiciones de fotos, un aula sonora, proyecciones documentales, salas de escape, recorridos temáticos, actividades para las infancias y hasta una panadería (montada en la planta baja) y las figuras de Juan B. Justo y Alicia Moreau de Justo recreadas sobre el escenario.
La idea surgió de una parte del equipo docente. “Nos metimos en una de indagar y empezamos a entrevistar a exestudiantes, exprofes, gente del barrio. Y cada persona con la que hablábamos nos abría la puerta a un montón de contactos más”, cuenta Sofía Spina, antropóloga y profesora de Ciencias Sociales en el Juanbe. El equipo investigador se acercó también hasta el archivo del Hogar Obrero, donde encontraron fotos antiguas que ni siquiera sabían que existían. Con cada hallazgo fueron dando forma a la muestra, que fue solo el recorte de una investigación más grande.

“En el obrador de construcción de las torres empezó a funcionar en los ’60 una guardería para las familias que llegaban a vivir al barrio”, agrega Spina. Ese jardín fue al principio privado y se bautizó como “Los dos pinitos” en referencia al tradicional símbolo del cooperativismo. Por eso el nivel inicial del Juanbe funciona entre los edificios y sigue llamándose así. Con el tiempo, la cooperativa compró una casa lindera sobre Lascano y organizó ahí la primaria, que más tarde se transformó en una escuela de gestión estatal.
Arquitectura para la vida comunitaria
Es la Noche de los Museos y el Juanbe y alrededores están llenos de gente. Las fotos antiguas llenan los pasillos y cuelgan de las aulas. Muestran cómo era el colegio, la construcción de las torres, la vieja zona comercial. Y causan sensación: los visitantes les sacan fotos a las fotos y comparten anécdotas mientras un grupo de estudiantes se encarga de dar la bienvenida y hacer de guías.
Una mesa de lectura exhibe materiales sobre la historia de El Hogar Obrero, una de las más significativas experiencias del cooperativismo argentino. Fundada en 1905 por iniciativa de Juan B. Justo, la cooperativa tenía la meta de facilitar el acceso a la vivienda para la clase trabajadora: para eso brindaba préstamos y construía sus propios edificios.
Hasta su crisis (durante el menemismo) llegó a tener más de dos millones de socios y una red de supermercados con 300 locales distribuidos en todo el país. Otorgó más de 35 mil créditos hipotecarios, y construyó cerca de 5.000 viviendas. Con 835 unidades, el de Villa del Parque fue su emprendimiento más grande en la ciudad de Buenos Aires.

Foto: Prof. Natalia Fandiño.
Una de las actividades del 8 de noviembre consistió en dar una vuelta a la manzana “con mirada urbana” y la guía de la arquitecta Rossana Castiglioni, que contó detalles de la construcción y sobre cómo el cooperativismo concebía la vida en comunidad. Este complejo en particular se construyó entre 1962 y 1968 en tres etapas: al principio las cuatro torres de 15 pisos sobre Jonte (primero las dos del medio, seguidas por las de los costados); luego las seis casas colectivas de 4 pisos con frente de ladrillo y forma de “L” o “Z” (al otro lado de Lascano); y finalmente los 7 bloques de 3 a 9 pisos, en el centro de los cuales se había instalado una pileta. Hacia Jonte se organizaba la zona comercial con farmacia, supermercado y panadería.

“A mediados del siglo pasado todo esto eran terrenos baldíos donde en un momento se planeó instalar la fábrica de Terrabusi. Pero Terrabusi se terminó yendo a Constitución y el predio se convirtió en un descampado. Llegó a haber cinco canchas de fútbol donde se armaban campeonatos. Después se instaló un circo con animales. Hasta que arrancó la construcción de las torres”. Quien habla es Tito, el dueño de la librería que funciona frente al Juanbe y casi es un apéndice de la institución. Tito abrió su negocio en el ’93, aunque vivió en ese mismo lugar desde siempre, igual que su padre y su abuelo. Por eso pudo ser una de las fuentes de consulta para el equipo investigador del Juanbe. Recuerda especialmente el cimbronazo que semejante construcción generó en el barrio de casas bajas que era entonces Villa del Parque, también que el presidente Arturo Illia estuvo presente para inaugurar las primeras torres allá por 1965.
El cooperativismo como identidad
Valeria Stefani fue alumna del Juanbe, vive en el barrio el Hogar Obrero, hoy es profe del terciario y sus hijas fueron ahí al cole desde bebés. “Desenterré cuadernos, carpetas y fotos, facilité contactos, volví a hojear las viejas revistas escolares que tanto me gustaban. En ese proceso fui descubriendo el hilo del cooperativismo, que venía trabajando el equipo investigador y podía advertirse en frases, materiales y hasta en el repertorio de canciones de las clases de música. Recuperar esa identidad fue parte de esta movida de la Noche de los Museos”, señala en referencia a actividades como los “juegos cooperativos” que se instalaron en el patio, la presentación del documental de Mara Pescio “Barrio Modelo” o la charla “Las cooperativas en contextos neoliberales”.

También “La panadería” desplegada en la planta baja se vinculó con esta impronta al rescatar la historia de la panificadora que desde donde hoy se erige el edificio nuevo del Juanbe proveía de pan al barrio y a toda la cooperativa. Muchos vecinos recuerdan aún el aroma a pan que todas las mañanas se desparramaba por esas cuadras. Tras el quiebre del Hogar Obrero en los ’90 ese sector estuvo abandonado por años, hasta que parte de la comunidad educativa se cargó al hombro el proyecto de movilizar el pedido de esos terrenos y ampliar allí sus instalaciones.
El corto documental “El espacio en el Juanbe está muy justo”, rodado en 2016 en el marco de un trabajo en la cátedra de Medios Audiovisuales, da cuenta de esa cruzada que culminó con la construcción del nuevo edificio. “Así que estamos dentro de un logro de todos”, reflexionó la exrectora Estela Fernández durante la proyección que fue también parte del programa.
La Noche de los Museos se vivió en el Juanbe como una fiesta. “Quedamos cansados y felices”, cuenta Stefani. “Y hubo algo interesante en ver todas esas fotos y objetos presentados como piezas de exhibición, porque no es lo mismo que verlos en tu casa. Creo que en esa clave patrimonial aparece una valorización de tu espacio, de tu barrio, de tu escuela, del lugar donde jugabas de chico. Fue mirarnos y decir: ‘Che, tenemos una historia’”.
Una historia dos minutos: te invitamos a ver un breve video en el que la ex rectora Estela Fernandez recupera los orígenes del Juanbe, su vínculo con el Hogar Obrero, y la lucha que llevó a la construcción del nuevo edificio:
https://drive.google.com/file/d/1icYBuOZM4nr6s5FS1iquc52wBJ38Svif/view?usp=drive_link
Edición: Eduardo «Koko» Elli, profesor de Medios Audiovisuales en Educación.
IES Juan B. Justo
Lascano 3840
Álvarez Jonte 3867
Web: www.juanbjusto.buenosaires.edu.ar
Instagram terciario: @profesoradoiesjuanbjusto
Instagram cooperadora: @cooperadorajuanb
