Por Mariana Lifschitz
Una vecina de Floresta que camina por Avenida Gaona, ingresa a un local de repuestos de autos y sobre el mostrador ve una pilita de Vínculos Vecinales. Siendo una mujer que vivió toda su vida en la zona, conocía al periódico pero nunca se lo había encontrado en este local. Lo toma, lo hojea, le llama la atención el nuevo diseño. (Ella no sabe que Enrique, el editor de Vínculos por más de treinta años, falleció hace poco. Lo descubrirá leyendo el Homenaje a Enrique Lifschitz. Tampoco sabe que su hija, quien continúa el periódico actualmente, desconoce qué circuito de distribución tenía su papá, por eso en su recorrido por el barrio sembró de Vínculos a comercios, bares, clubes, escuelas, bibliotecas… intuyendo la ruta de su papá y a la par creando la propia).
Un vecino de Villa del Parque entra a un bar de la calle Cuenca, antes de sentarse a tomar un café se acerca a la mesada en busca de un diario o una revista para leer. Ahí ve al Vínculos, entremezclado con otros periódicos y revistas. Le llama la atención en la tapa la foto de los clubes del barrio (su hijo juega al fútbol en el renovado Club Parque), entonces se lo lleva a su mesa, para leer mientras toma el café.
Una señora mayor lo hojea en una peluquería de Villa Santa Rita, mientras espera que la tintura tome bien su cabello. Ella lo encontró junto a las revistas de peinados y las de novedades de la farándula. Leer sobre cosas del barrio atrajo más su atención. Se entusiasmó con la noticia del concurso por un día de pileta en el Club Imperio. Va a llevárselo a su nieta, para proponerle que participe escribiendo un cuento…
En este fin de año nuestro deseo desde Vínculos Vecinales es seguir haciendo honor al nombre del periódico, tal como lo hacía Enrique Lifschitz, su editor por tantos años. Queremos ser un puente entre los vecinos y las instituciones o asociaciones que están en el barrio, ser una herramienta para comerciantes y profesionales que quieran difundir su trabajo en un periódico con identidad barrial. Queremos brindar un servicio y enriquecer la vida comunitaria. ¡Todo un desafío! ¡Brindamos por eso e invitamos a todos y todas los que quieran acompañarnos! ¡Salud!