Quién hubiera imaginado que, en 2024, lo único que quedaría en pie del prestigioso Hospital Israelita sería su Escuela de Enfermería. Si la institución educativa hoy está activa y floreciente en parte es gracias al mestizaje cultural que Argentina propicia: luego de que el monumental edificio del hospital fuera clausurado en 2018, la escuela encontró cobijo en el Seminario Teológico Bautista, del barrio de Floresta.
Hoy estudian allí trescientos jóvenes, repartidos en el turno mañana y el turno tarde. De ellos, el 70 % pertenece a la comunidad boliviana. Inscripta como Asociación Civil Sin Fines de Lucro, la Escuela de Enfermería Israelita recibe una subvención del Gobierno de la Ciudad que le permite cobrar una cuota accesible.
Las futuras enfermeras y enfermeros aprenden lo que la rectora de la Escuela, María del Carmen Menuti, define como “el arte de cuidar”.
Aprender a cuidar
La carrera se cursa en tres años. Las futuras enfermeras y enfermeros aprenden lo que la rectora de la Escuela, María del Carmen Venuti, define como “el arte de cuidar”, desde el nacimiento hasta el final de vida, en todas las etapas y en las más diversas situaciones.
En el primer año los estudiantes comienzan practicando con muñecos del tamaño de personas adultas. En una gran sala de la escuela higienizan los cuerpos de plástico acostados sobre camas de hospital, les cambian pañales, les retiran las chatas, tal como lo harían en la vida real; aprenden los movimientos correctos para trabajar sobre cada cuerpo según su edad y estado físico.
En segundo año comienzan a hacer prácticas en hospitales. Van al Álvarez, al Piñeiro, al Penna, al Udaondo y al hospital del Quemado, trabajan en la especialidad de psiquiatría en el hospital Moyano, pediatría en el Gutiérrez y maternidad en el Vélez Sarsfield. En tercer año también practican en los Centros de Salud Comunitarios. Además de las materias específicas de enfermería, tienen otras enfocadas a los aspectos psicosociales, a la salud pública y la salud comunitaria, a administración y a gestión.
La población de estudiantes
Al terminar la clase práctica de primer año, charlamos con un grupo de estudiantes sobre sus motivaciones para estudiar enfermería en esta escuela. Son numerosos los que tienen una vinculación previa con el oficio a través del relato de familiares: en su círculo hay tías, tíos, mamás o primos enfermeros. Todos valoran que la formación sea de tres años y a muchos les atrae trabajar en el ámbito de la salud, ayudando a otros. Son chicas y chicos de entre 18 y 20 años que viven en Flores, Floresta, Mataderos, Ciudad Evita, o quizás más lejos: uno contó que viene desde Rafael Castillo. Algunos son egresados del Comercial 33 de Monte Castro y del Larroque de Floresta, otros de escuelas más lejanas.
– Que la escuela haya nacido como parte del Hospital Israelita, ¿le da alguna impronta que se mantenga todavía?
– María del Carmen Venuti: Los que estamos ahora en la escuela ninguno profesa el judaísmo, pero preservamos la historia. Desde primer año les contamos a los estudiantes por qué la escuela se llama así y cómo eran nuestros tiempos en el hospital.
“Yo invito a los que están terminando el secundario a que conozcan la carrera”, dice María del Carmen Venuti. Ella se recibió de enfermera en esta misma escuela hace veinte años, cuando todavía funcionaba integrada al Hospital Israelita. Reconoce que la vocación de servicio es necesaria para ejercer la enfermería y quienes la sienten “en esta profesión pueden descubrir que uno es feliz atendiendo a otras personas”. Además, en todo el mundo faltan enfermeros y enfermeras: “Es una carrera en la que siempre van a tener trabajo”, dice la rectora.♦
Escuela de Enfermería Israelita
Dirección: Ramón Falcón 4080
Teléfono: 11 4636-1737
Correo: escueladeenfermeriaisraelita@gmail.com
Web: www.escueladeenfermeriaisraelita.com.ar
