Conocí a Enrique hace más de 20 años una mañana que se acercó al Instituto «Juan B. Justo» para hacerme una entrevista y redactar una serie de artículos que dieran a conocer el proyecto educativo cuya fundamentación pedagógica compartía.
Aquella mañana la charla se prolongó y dio lugar a un interesante intercambio sobre la importancia de la educación del pueblo. Recuerdo que con acierto Enrique fue señalando aspectos que mostraban un paulatino deterioro de la educación. Es que Enrique era de esos periodistas empeñados en ilustrar al pueblo con un sentido pedagógico.
A partir de entonces me pidió que me incorporara al Taller de Historia Barrial de Floresta en el que él desde un comienzo en forma entusiasta colaboró. Los años transcurridos me permitieron conocer profundamente a Enrique: su pensamiento y su valiosa acción comunitaria, animado siempre por sus ideas en defensa de los principios de justicia social.
Su nombre permanecerá en el recuerdo de todos los que lo tratamos y de los que fuimos asiduos lectores del periódico Vínculos Vecinales, muy especialmente de los que seguíamos con vivo interés los acertados editoriales en los que en forma objetiva analizaba y puntualizaba los factores de poder que siempre conspiran contra el bienestar del pueblo.
(César A. Cascallar Carrasco fue Rector del Instituto «Juan B. Justo”)