Frazadas, ropa, alimentos, toda ayuda es bien recibida. A poco de empezar la cuarentena, cancelado el fútbol y demás actividades, el club de Santo Tomé 3852 se volcó de lleno a su lado más humanitario.
“En abril nos organizamos para juntar donaciones porque sabíamos que había mucha gente en una situación complicada. Por mi trabajo, yo suelo ir a barrios vulnerables y tenía claro a quién le podíamos llevar lo que juntáramos.” El que habla es Rodrigo Gago, un treintañero cuya vida está ligada a Pacífico desde pequeño: comenzó jugando en baby futbol, continuó en futsal y llegó a ser parte de la primera división.
“Otros clubes vecinos ya estaban haciendo ollas solidarias y en Pacífico todavía no cocinábamos, entonces la comida que nosotros recibíamos se la dábamos a ellos y ellos nos daban la ropa y los juguetes para donar en los comedores de las villas.” La movida fue creciendo y explotó para el día del niño. Rodrigo acordó con la gente de All Boys, Racing, GEVP, Argentinos Juniors, Comunicaciones y El Alba juntar donaciones bajo el mismo lema: “todos unidos por las niñas y los niños”. “Juntamos tal cantidad de ropa, golosinas, juguetes y libros, que eso me impulsó a hacer lo de las viandas y llevar también un plato caliente a los que más necesitan”.
Junto a Rodrigo hay una veintena de socios colaborando. Van a las casas que los llamen a buscar donaciones, se juntan los sábados en el club para clasificar y organizar, cocinar y armar viandas. Luego cargan todo en una camioneta y lo llevan a destino.
Lejos de Villa del Parque
“Es algo jodido, vamos a las villas y cuando volvemos sentimos un choque inmenso. Creo que ninguno de nosotros lo entiende hasta que está ahí, y cada vez lo hacemos con más ganas”, Rodrigo busca las palabras que logren expresar eso que, si no se vive, difícilmente se sienta.
Ciudad Oculta en Lugano, La Carbonilla en La Paternal, el merendero Carita Felices en Villa Lynch y el comedor Pim Pom en la villa Zabaleta son los cuatro destinos de las donaciones que llegan a Pacífico.
Despuntando la tarde del sábado descargan en cada sitio. Las personas están avisadas, las familias que recibirán el almuerzo y los bolsones ya los están esperando. “Los que quieran pueden entrar al Instagram @pacificofutsal y ahí van a ver que toda la mercadería que donan va a donde corresponde, ahí mostramos el trabajo que hacemos”, apunta Rodrigo. También colaboran con viandas a Mil Soles, un grupo independiente de vecinos que cocina cada lunes para asistir a personas en situación de calle, sobre todo en la zona de Devoto.
Redes solidarias, el gran tesoro
“Locos por la Limpieza” les dona lavandina, detergente, trapos y todo artículo de higiene que precisen. “Los Tucu Verdulerías” pone los vegetales para las viandas del sábado y gracias a “Lo de Carlitos” cada semana cuentan con pollo y otras carnes. La panadería “Buenas Artes” les asegura el pan. La pyme Marplast colabora con dinero. Sin todas estas donaciones fijas no podrían hacer lo que hacen.
Próximamente el club comenzará una gran obra de infraestructura. Aprovecharán lo que resta de la cuarentena para cambiar un tinglado por un techo de material, con el objetivo de construir una cancha de futsal en la terraza. Durante ese tiempo ya no podrán cocinar en Pacífico. “Nos vamos a mudar a la casa de alguno del grupo que tenga espacio disponible, o pediremos ayuda a la gente del club para que cocinen desde sus casas”, explica Rodrigo, confiado de que a la movida solidaria, nada la detendrá. ♦
(*) Foto de portada: Alejandro Sanzo (dirigente) y Lucas Seivane (cuerpo técnico de 3ra división) clasifican la ropa donada en la terraza de Pacífico junto a Rodrigo Gago (encargado de Pacifico Solidario) .
¡Una yapa! Escuchá la entrevista a Rodrigo Gago en el canal de Spotify de Radio Monte Castro.
