«Es loco que un espacio de encuentro se mantenga durante 22 años en el mismo lugar, el mismo día y a la misma hora”, dice Tobías Bendayan, refiriéndose a los ensayos del grupo de teatro comunitario Alma Mate en la Plaza de los Periodistas, todos los sábados a las 15.30 desde el 2002 hasta hoy.
Esos 22 años representan para él casi toda su vida, porque Tobías tenía apenas tres cuando se sumó al grupo, en aquel momento con su familia. “El problema de la plaza es que cuando llueve o hace mucho frío es difícil sostenerla”, reconoce, y un poco por eso fue que hace 11 años a la casa-plaza le sumaron otra con paredes y puerta, un refugio cultural llamado La Palmera, a pocas cuadras, en Bolivia y Gaona.
“Yo vine al grupo buscando actuar y encontré gente maravillosa con un montón de potencial para hacer cosas. Al año siguiente ya empecé a hacer gestión”, dice Sabina Ribero, que llegó a Alma Mate en el 2012 y se ocupa de la gestión de los recursos económicos: buscar financiación en fondos de cultura y también generarlos con la gorra, con eventos, con rifas.
“A partir de estar acá y empezar a escribir proyectos dije: ¿dónde se estudia esto? Y fui a la UNTREF a hacer la licenciatura en Gestión Cultural”, Sabina ejemplifica con su historia personal algo que, asegura, propicia Alma Mate: “acá podés adquirir conocimientos y después utilizarlos tanto acá como afuera”.
Milena Rubel tenía 18 años cuando se acercó a Alma Mate en el 2017: “Al toque el grupo te contagia las ganas. Me acuerdo los primeros encuentros de verano que vine, todos se saludaban ¨¡ehhh cómo estás!¨ Veías cómo se abrazaban y decías ¨¡fa! ¿qué onda esta gente? ¡Yo quiero estar acá!¨. A Milena le atrajo de Almamate la posibilidad de actuar en la plaza y con gente de distintas edades, algo característico del teatro comunitario.
Actualmente, el grupo está conformado por unos cuarenta integrantes, la más chica tiene nueve años y los más grandes superan los ochenta. De esos, unos veinticinco participan en Flor de Orquesta, la banda musical formada en el 2018 que va a la par del grupo de teatro.
Formación con lógica comunitaria
El arte comunitario tiene algunos principios filosóficos que orientan su modo de hacer. Uno de ellos es “comprender a cualquier persona que se acerca como creadora potencial –dice Tobías–. Es un desafío y es un deseo que cualquier vecino, vecina, que se quiera sumar pueda hacerlo”. Y aclara que eso no va en desmedro de la calidad: “la búsqueda es lograr una alta calidad artística, para eso realmente nos formamos acá”, y da el ejemplo de su papá, que participó durante muchos años en Alma Mate: “vino sin saber tocar un instrumento y hoy toca el acordeón”.
Cuando surge la necesidad de incorporar un saber los almamateros organizan un taller en su refugio cultural La Palmera. Tobías da un ejemplo reciente de cuando quisieron sumar percusión a la orquesta. “Che, ¿quién está con ganas de hacer un taller de percu? Yo, yo, yo, yo, yo. Bueno, somos cinco, buscamos algún docente en el propio grupo o a veces hemos buscado también afuera, en artistas amigos que confiamos en su mirada. Esos cinco incorporan algunas herramientas musicales que les permiten tocar con la orquesta. No es para ser percusionista, el objetivo es construir sonoramente un espectáculo musical, para lo cual lo importante es que aprendas un ritmo, que lo puedas tocar, lo que se escucha es grupal.”
Alma Mate ganó un subsidio de Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad que le permitió contar con un dinero para organizar talleres gratuitos, pagándole a los talleristas. Este año hubo taller de clown, de percusión y de exploración vocal. Estos espacios de formación estuvieron abiertos a gente que no necesariamente participa del grupo de teatro y de la orquesta. También han hecho talleres de vestuario y de maquillaje. Cualquier persona del grupo que quiere profundizar en algo en particular puede proponerlo y organizar el taller correspondiente.
En el refugio, además, ensaya cada sábado la orquesta, que al día de hoy está compuesta por flauta traversa, chelo, bajo eléctrico, guitarra, acordeón, clarinete, charango, percusión y un coro. También organizan eventos: una noche de juegos y una peña por mes, noches de cine y de varieté.
Sostener la plaza
Seguir reuniéndose en la plaza “es un poco la bandera política”, dice Tobías. Y cuando uno escucha las trabas que deben sortear para lograr la autorización oficial del uso de ese espacio público, se comprende la convicción con que sostienen la bandera.
“Nos cuesta mucha plata hacer cosas en la plaza, los permisos para hacer un evento son carísimos”, dice Sabina, y da unos ejemplos: “Nosotros tuvimos que sacar un seguro para ensayar todos los sábados, sino la Comuna no nos da el permiso. Sin ese permiso, Mecenazgo no nos da el subsidio. Para poner un parlante tenés que pagar a un electricista que te lo habilite. Es un circuito burocrático.”
A lo largo de este año estuvieron presentando su obra “Tiempo de descuento” que, según cuentan, se va transformando en forma constante. “Cambian las personas, cambian los personajes, está todo el tiempo viva. Laburando con improvisaciones la obra se va enriqueciendo un montón”, dice Sabina. “Si vos viste una función del año pasado y vas a ver la próxima es otra obra”, asegura Tobías. Para despedir el año están organizando en la Plaza de Los Periodistas un festival de arte comunitario el sábado 7 de diciembre. ♦
Alma Mate y Flor de Orquesta
Ensayos del elenco teatral: todos los sábados en la Plaza de los Periodistas a las 15.30 hs.
Ensayos de la orquesta: todos los sábados en el refugio cultural La Palmera (Bolivia y Gaona) a las 11 hs.
Instagram: @almamatedeflores
Facebook: Alma Mate de Flores