La fama de Imperio Juniors en básquet tiene décadas y llega lejos: Vanesa vive en Flores y cuando buscaba club para su hijo Valentino le recomendaron que vaya al de Villa Santa Rita, incluso cuando tenía cerca clubes más grandes. Hoy Valentino tiene 13 y empieza una nueva etapa: pasó de mini basquet a la categoría formativa U 15 que agrupa a los jugadores de 13 a 15 años (la U es por la palabra inglesa under).
“Nosotros somos un club que forma chicos a nivel federativo”, dice Federico Belcastro, entrenador de la primera división y coordinador. “A la vez somos un club inclusivo, es decir que nadie que quiera jugar se va a quedar afuera, pero todos los que estén adentro deben tener verdaderas ganas.”
“Nosotros somos un club que forma chicos a nivel federativo. A la vez somos un club inclusivo, es decir que nadie que quiera jugar se va a quedar afuera, pero todos los que estén adentro deben tener verdaderas ganas.”
Federico resume en tres palabras la expectativa que pone en los jugadores: “Compromiso, disciplina y actitud”, y aclara: “Comprometerse a venir a entrenar y comprometerse a jugar los partidos; disciplina técnica, táctica y disciplina de saber convivir en un espacio; actitud para dar lo mejor de vos.”
Camino a las ligas mayores
En básquet, como en todos los deportes competitivos, existen numerosas ligas en las que los clubes pueden anotarse para participar de torneos. Imperio Juniors en los últimos años venía jugando en ligas del área metropolitana y gran buenos aires.
En el 2022 dio un paso importante: comenzó a competir en la Liga Pre-federal y lo hizo con un equipo de jugadores formados en el mismo club. “Eso es lo valioso, lo meritorio del trabajo de tantos años”, se enorgullece Federico.
En el 2022 Imperio dio un paso importante: comenzó a competir en la Liga Pre-federal y lo hizo con un equipo de jugadores formados en el mismo club.
El 2022 fue también el año de la renovaron edilicia de la cancha: pulieron el piso de madera, lo pintaron, cambiaron las jirafas que sostienen los aros y actualizaron el sistema de iluminación. El 2023 será el año de profundizar el entrenamiento de los equipos federados: planean sumar preparación física y acompañamiento psicológico.
El 2023 será el año de profundizar el entrenamiento de los equipos federados: planean sumar preparación física y acompañamiento psicológico.
“Hasta ahora los chicos venían a entrenar tres veces por semana. La idea de este año es que estén de lunes a viernes adentro del club: tres días entrenando, uno haciendo una rutina de gimnasio para incrementar su masa muscular y otro día que vengan a conversar coordinados por una psicóloga o psicólogo deportivo”, cuenta el proyecto Agustín “el Uru” Suárez, quien junto a Pablo Vasallo está a cargo de la Sub Comisión de Básquet.
También el tratamiento de la violencia es un eje que contemplan: “Ya desde el año pasado venimos trabajando en lo que llamamos ¨violencia cero¨, la idea este año es hacerlo en conjunto con otros clubes.”
En cinco minutos
A los chicos de hoy, que viven pendientes al celular, que juegan videojuegos, que se crían puertas adentro, ¿cómo se los entrena? “Cuando me toca hablar con ellos yo digo que tengo cinco minutos, sé que no me van a prestar atención más que ese tiempo”, reconoce el Uruguayo Suarez. “En esos cinco minutos te los tenés que ganar, despertarles el interés, el compromiso, la pasión, el sentido de pertenencia”.
Esa velocidad es palpable también en la cancha. “Hoy el juego es mucho más dinámico, tres pases y termina en definición. Antes las posesiones de pelotas se jugaban por 24 segundos, hoy definen entre 16 a 22 segundos. Es un montón menos. Los partidos tienen el doble de jugadas y los tableros terminan en 80 – 90 puntos, antes terminaban en un promedio de 60 -70 puntos.”, cuenta el Uru con el conocimiento de un jugador experimentado.
Él creció en Imperio Juniors: llegó a Buenos Aires desde Montevideo con su mamá “con una mano atrás y otra adelante”, dice, “y lo mejor que hizo mi vieja fue meterme dentro del club a los cinco años”. Hoy tiene 40, jugó toda su vida al básquet y de grande se fue involucrando, colaborando en “la diaria” de la gestión.
“Hoy el juego es mucho más dinámico, tres pases y termina en definición. Antes las posesiones de pelotas se jugaban por 24 segundos, hoy definen entre 16 a 22 segundos. Es un montón menos.”
La tira blanca y la tira negra
Federico Belcastro también jugó al básquet en Imperio durante su etapa formativa pero al llegar a la primera división tuvo que cambiar de club. “En ese momento Imperio estaba en un nivel alto con jugadores de afuera, entonces llegó un día que en el club de mis amores me dijeron ¨no tenés lugar¨. Fui a jugar a Comunicaciones, después jugué para la Universidad de Buenos Aires mientras era estudiante de la carrera de Farmacia y Bioquímica. Y a los 30 años volví a Imperio para retirarme”, cuenta Federico su recorrido como jugador que mucho tiene que ver con su posterior desempeño como entrenador.
En su regreso a Federico le encargaron crear los equipos de lo que hoy llaman la tira Negra, compuesta por jugadores que no tienen tanto nivel pero sí tienen ganas de competir y están federados. “En ese momento en Imperio había muchos chicos dando vueltas que quedaban afuera del equipo porque solo había una tira, que ahora llamamos Blanca.”
“En ese momento en Imperio había muchos chicos dando vueltas que quedaban afuera del equipo porque solo había una tira, que ahora llamamos Blanca.”
La modalidad de usar los colores del club para referenciar las dos tiras es habitual en básquet: San Lorenzo las clasifica en roja y azul, Boca en azul y amarilla. “Formamos la tira negra en el 2001 y tengo el orgullo de haber sido el primer entrenador que los tuvo; es el día de hoy que esa categoría sigue vigente”.
“Formamos la tira negra en el 2001 y tengo el orgullo de haber sido el primer entrenador que los tuvo; es el día de hoy que esa categoría sigue vigente”.
Comunidad de familias imperiales
Estén en el equipo blanco o en el negro los chicos son amigos y todos se apoyan mutuamente. Eso cuentan los entrenadores y también las familias. “Lo que yo noto es que tienen pasión por el básquet. No quieren faltar al entrenamiento, participan en todos los torneos, si alguno está lastimado y no puede jugar va igual para alentar a los compañeros”, dice la mamá de Valentino. Hasta qué punto las familias son parte del equipo lo resume en el siguiente hecho: “cada vez que se termina el partido una madre o padre se lleva la ropa de los chicos para lavar. Y nos vamos rotando. Así que estamos para todos, estamos en todo.” ♦
(*) Foto de portada: @federico.imas
Imperio Juniors Básquet
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