Minutos antes de las diez de la mañana, había en la vereda una gran cantidad de jóvenes haciendo cola para entrar. Ese día en la Casa se realizaba una feria laboral, que a tono con la propuesta general, se llamaba “Construí tu futuro”. Una mesa en la entrada era el lugar para acreditarse. Adentro, todo estaba listo para recibirlos. “Nosotros hemos detectado que el joven necesita muchas veces que se le acerquen las propuestas, esperar que ellos salgan a buscarlas los obliga a manejar situaciones que no les resultan fáciles” –nos cuenta Victoria Anelli, directora de la Casa del Futuro-. “Lo que nosotros buscamos con eventos como esta Feria es, por un lado, que conozcan lo que es la orientación vocacional, que puedan pensarse y reconocer sus deseos. Y por otro lado presentarles una oferta universitaria de capacitación y programas gratuitos, que sobre todo en CABA es enorme. También tenemos un sector donde vienen representantes de empresas del sector privado a charlar con los chicos, recibir CVs y a explicarles de qué se tratan los trabajos. Muchas veces damos por sentado que ellos saben lo que es trabajar en Sushi Club o en el Hospital Italiano, y no necesariamente lo saben.” Apenas uno entra a la Casa del Futuro llama la atención la puesta en valor del viejo edificio. Dan ganas de recorrerlo, de leer cada uno de sus carteles, de salir al patio cuyas paredes están decoradas con murales que denotan el universo juvenil, dan ganas de subir las escaleras y en el camino de ascenso leer los relatos escritos por chicas y chicos, que cuelgan de las paredes.
La vida en la casa
Para conocer más profundamente la propuesta de la Casa del Futuro le preguntamos a su directora cuál es el trabajo que realizan con los jóvenes que se acercan, y esto nos dijo:
– Nuestro objetivo es motivarlos y acompañarlos en crear una vida con proyectos. Lo que buscamos es que los jóvenes tengan un lugar de pertenencia en el cual puedan descubrir cuáles son sus metas, cuáles son sus deseos y que empiecen a trabajar en pos de alcanzarlos.
¿Cómo hacen para lograrlo?
– Contamos con un equipo interdisciplinario formado por psicólogas, asistentes sociales y docentes. Cada chico que ingresa a la casa tiene una entrevista donde identificamos su situación habitacional, su trayectoria educativa, si necesita un plan para terminar sus estudios, sacamos como una foto. Después tratamos de darle todos los recursos y herramientas que necesite para poder crecer.
En general los chicos se acercan por los talleres. Vienen a aprender teatro, o a aprender computación o aprender serigrafía (la oferta es muy variada) y a través de esta llegada con un interés particular, siempre estamos detectando otras necesidades y orientándolos para que vayan encontrando hacia donde quieren ir.
Hay chicos que tal vez vienen y participan de un taller un día y después siguen viniendo porque es un lugar donde les gusta estar, meriendan, se hacen nuevos amigos, juegan al ping pong. Eso también son oportunidades donde el equipo trabaja para conocerlos más, para ver cuáles son sus intereses, sus necesidades y escucharlos. Vemos que hay una gran necesidad de los jóvenes de ser escuchados y de ser mirados.
¿Cualquier joven que esté en el rango de 15 a 24 años puede participar de las actividades de la Casa?
– Sí. En principio la casa está orientada para un público en situación de vulnerabilidad, pero lo que nos pasa particularmente en esta casa, por las características del barrio, es que tenemos un público muy heterogéneo formado por chicos de clase media y chicos de clase baja, y se construye una convivencia increíble, en donde no tenemos ningún problema de discriminación ni de agresión. Tenemos chicos que no terminaron la escuela y chicos que tal vez están en un terciario.
La falsedad del ni-ni
– Algo que nosotros buscamos con este espacio es revalorizar en el imaginario social el lugar de los jóvenes mal llamados ni-ni, porque nosotros entendemos que un joven que no estudia ni trabaja no es porque no quiere; tal vez requiere de contención y de otros recursos y otras herramientas, dado que está en un contexto en el que hay muchas barreras como para estudiar o trabajar. Además muchas veces esos jóvenes mal llamados ni-ni sí trabajan, pero lo hacen dentro de sus hogares, cuidando hermanos, cuidando abuelos enfermos, trabajos que están fuera del marco laboral formal pero que son necesarios.
Mejor en red
– Parte de la esencia de la Casa es entender que una única institución por sí sola no puede, por eso somos muy abiertos y articulamos con muchísimos organismos, para unir fuerzas y así alcanzar realmente resultados tangibles. Necesitamos del Ministerio de Justicia, del Ministerio de Trabajo, del Ministerio de Modernización, necesitamos de la Comuna 11. Acá se formó una Red de la Comuna 11 donde participan un montón de actores: hospitales, Centro de la mujer, Centro de Acceso a la Justicia, hogares… necesitamos articular y compartir diagnósticos, problemáticas y darnos soluciones unos a otros. ♦
Casa del Futuro de Devoto:
Dirección: Beiró 3901 (y Chivilcoy)
Facebook: @CasaFuturoDevoto
Instagram: casafuturo.devoto
Mail: casadelfuturodevoto@gmail.com
Twitter: @CasaFuturoDvt