Durante el día, ella es consultora de Just y él docente en un secundario. Pero desde que inauguraron Cualquier Lado club de artes, allá por el 2004, Laura Quijano y su marido Marcelo Zappalá también son profesores, cocineros, bartenders, administrativos y Community Managers.
Completamente autogestionado, Cualquier Lado comenzó como teatro independiente orientado al clown, vertiente de la que provenían tanto Marcelo como Laura. “Después se fue abriendo a otras propuestas pero a nosotros siempre nos interesa más el teatro de comedia, el humor” -define Laura. El espacio fue creciendo al sumar nuevas actividades: varietés de música, talleres de arte y juegos.
A pesar de estar a dos cuadras de la Av. Juan B Justo, cuando Laura cita a alguien sabe que debe sumarle 30 minutos de retraso a la hora pactada porque todos se pierden la primera vez que van. Es que el centro cultural se encuentra en Las Provincias, uno de los 30 pasajes del barrio de Villa Santa Rita.
Por eso recuerda que, cuando se sentaron a elegir nombres, Marcelo le propuso que se llamara Cualquier Lado porque se encuentra “en cualquier lado de la Capital Federal”. “¿A quién se le ocurre armar un centro cultural en un pasaje por el que no pasa nadie?”, se pregunta Laura. “Aún hoy en día nos dicen que no nos conocen, ni al pasaje ni al centro, y son personas que viven acá, en un radio de diez cuadras. Incluso los vecinos de acá a la vuelta ni siquiera saben que está este pasaje atrás”.
En el décimo aniversario de Cualquier lado, Laura y Marcelo organizaron cortar el pasaje para celebrarlo con un festival de rock nacional. Pero el día anterior al evento, su vecina de enfrente, Lita, acababa de enviudar, y lo último que querían era molestarla. Por eso, Laura le tocó el timbre para avisarle del festival y prometerle que lo harían lo más breve posible. Sin embargo, Lita la sorprendió cuando le dijo que no tenían por qué apurarlo por ella: “ustedes le dan vida al pasaje, y eso está muy bien”, le habría dicho a Laura. Durante ese “Cualquier Lado Festirock” en el que hubo música, narradores de cuentos y feria, Lita se quedó sentada en el escalón de su casa viéndolo todo y participando. “Ahora ella nos trata como hijos. La ayudamos con cosas de su casa, y ella nos regala limones de su limonero”, cuenta Laura con una sonrisa.
Actualmente, el centro cultural cuenta con talleres de circo, yoga y danza creativa. “Somos cinco trabajando: además de Marcelo y yo, están Dante como encargado del centro cultural, Cari trabajando conmigo en la cocina y Guille que es profesora de danza, también colabora los fines de semana como camarera.”
Además de sus clases regulares, Cualquier Lado organiza noches de juegos de mesa, bingo, ferias y shows con música en vivo, que van desde conciertos de piano, flauta o guitarra hasta bandas de rock o folclore. También alquilan el espacio para eventos privados.
En febrero de 2019, los integrantes del Circuito Cultural Santa Mitre -un colectivo de vecinos de Villa Santa Rita y General Mitre que llevan adelante actividades culturales en el barrio, financiadas por el Gobierno de la ciudad- se contactó para sumarlos a su proyecto. Así fue como en agosto Cualquier Lado participó del corredor teatral organizado por ellos con una obra de teatro infantil. Cuenta Laura que el salón se llenó de chicos de los alrededores: “Estuvo bueno porque fue con entrada gratuita y permitió que muchos vecinos nos conozcan”. En octubre volvieron a convocarlos como sede de un evento de juegos recreativos, del que participaron con su taller de circo. “Me gusta que haya alguien que quiera hacernos visibles y nos incluya, como ahora están haciendo ustedes”, afirma Laura. ♦
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Foto de portada: Laura Quijano en la vereda de Cualquier Lado.