Red y solidaridad son dos palabras que ya hace tiempo vienen haciendo dupla. Las redes permiten a las organizaciones amplificar la llegada de sus acciones y a la vez les facilita encontrar soluciones a sus problemas. En un mundo que nos aleja del prójimo, las redes nos acercan.
En el caso de los clubes, esas entidades construidas al calor del encuentro de vecinos y vecinas, la solidaridad está en su ADN. Y en medio de la pandemia se volvieron actores fundamentales de los barrios: cocinando y repartiendo centenares de viandas nutritivas, gestionando donaciones de ropa, artículos de limpieza y alimentos que entregan luego a las familias que lo necesitan. También ofreciendo sus instalaciones como hospitales de campaña o postas de vacunación.
Si bien ya existen otras redes que nuclean al mundo del deporte, faltaba una que encauzara su motor solidario. En este contexto, la Red por el Deporte y la Inclusión Social “tiene un objetivo social, más de acción que de defensa de intereses sectoriales”, explica Pablo Salcito, referente del Ciencia y Labor, el club de la Comuna 11 que integra esta nueva red, quien también preside Fedeciba, la Federación de clubes de barrio.
“Buscamos ofrecer un instrumento que esté disponible no solo para dirigentes de clubes: si aparece un periodista deportivo con llegada a un medio de comunicación, que venga; si hay un profesor que tiene un grupo de pibes a los que entrena, que venga”, señala Pablo y da una pista para entender la motivación: “La inspiración surge de la experiencia exitosa de la Red de la Comuna 11, ya que como club de barrio nos potenció muchísimo estar relacionados con entidades dedicadas a otras actividades”.
“Andando la huella” es el nombre poético que eligieron los trabajadores de AUSA para su Asociación civil: un espacio social, cultural y deportivo, abierto a la comunidad, construido en un predio bajo la autopista en la Comuna 10 (Cajaravilla 4694). Recientemente inaugurado “teníamos la intención de orientarnos a la educación para el trabajo, porque somos de extracción gremial, pero la pandemia nos frenó y nos volcamos a las acciones solidarias”, cuenta Walter Defilipo, presidente de la Asociación. “Lo último que hicimos es destinar el pago de la cuota de un mes entero de todos los socios a la compra de alimentos para asistir a los barrios. Repartimos una tonelada y media en las villas, iglesias y clubes donde funcionan comedores.”
Integrantes de la comisión directiva de Andando la Huella que participan también en otros clubes, fueron el nexo para sumarlos a la nueva Red. Su motivación es bien clara: “Nos interesa el deporte como medio de inserción social: que jóvenes y personas de distintas edades puedan a través del deporte mejorar su vida”.
La puerta está abierta para seguir sumando clubes y personas en cuya vida las palabras “deporte” y “solidaridad” vayan juntas. Hasta ahora la Red está conformada por las siguientes instituciones: Club Riachuelo Juniors (Comuna 4), Club Nueva Era (Comuna 4), Club 17 De Octubre (Comuna 7), Sociedad De Fomento General Paz (Comuna 8), Lugano Football Club (Comuna 8), Polideportivo Andando La Huella (Comuna 10), Club Ciencia y Labor (Comuna 11) y Club Círculo La Paternal (Comuna 15). ♦
Contacto: Red por el Deporte y la Inclusión Social