Un llamado de amor para cuidar a las mascotas

La Fundación “Adopciones Walla” rescata a perros y gatos, los cuida, los cura y les busca un hogar. Su misión: la defensa física y jurídica de los animales no humanos.

Walquiria siente que ocuparse de salvar animales es su misión en la vida y la abraza de corazón. Es abogada, entonces su lucha muchas veces se da en el plano judicial, por ejemplo tramitando una orden para rescatar a una mascota que sufre maltrato. Emiliano, su hijo, es educador canino y dueño de la peluquería canina Ermitos, de Villa del Parque. Ambos trabajan en vínculo constante con el barrio buscando concientizar, sensibilizar, entusiasmar a más vecinos y vecinas con la tarea de ayudar a los animales.

“Muchas veces cuando llegan a la Fundación los perros o gatos ya están en un estado deplorable, eso es porque hubo mucha gente antes que pasó por al lado y miró para otro lado”, dice Emiliano.

Para cultivar empatía decidieron empezar por los chicos y fueron a una escuela primaria de Villa Pueyrredón. Walla les pasó un video de la orangutana Sandra, que vivía en estado de abandono en el zoológico de Buenos Aires hasta que un tribunal la reconoció como “persona no humana y ser sintiente” y una jueza ordenó que se le brinden condiciones adecuadas de vida. Entonces la llevaron en avión hasta un santuario en EEUU, donde pasa sus días sana y libre.

¿Qué significa que los animales son seres sintientes? ¿Cuáles son sus derechos como personas no humanas? ¿Qué podemos hacer cuando vemos una mascota abandonada? Entre videos, fotos y charla, Walla y Emiliano dejaron su enseñanza en los chicos y tan buena fue la recepción que ya los llamaron para que lleven la actividad a otras dos escuelas.

Mural de la Fundación Adopciones Walla.

Salud y vivienda para las mascotas

Cuando un animal es rescatado hay dos temas que resolver: uno, evaluar su estado de salud y darle el tratamiento que necesite; dos, conseguirle un hogar. Walquiria y Emiliano se desviven por solucionar ambos pero para lograrlo necesitan de la solidaridad de mucha gente.

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“En una veterinaria si no tenés 150 mil pesos en la espalda como para entrar se te muere el animal en la puerta”, dice Emiliano. Fundaciones Walla tiene una cuenta bancaria en la que recibe donaciones pero muchas veces no alcanza y terminan poniendo plata de su bolsillo.

A Walla le gustaría que las veterinarias fueran solidarias, que sabiendo que son una fundación dijeran “uno o dos casos por mes vamos a atender ad honorem”. Tampoco el hospital escuela que funciona en la Agronomía es gratuito. “Estamos en desacuerdo con la dirección que hay ahora porque si no tenés 30 o 40.000 pesos no te atienden, a nosotros como fundación nos subsidian el cincuenta por ciento pero mucha gente no puede pagarlo y sus animales no reciben atención”, dice Walla.

Además de curarlos, necesitan un lugar donde poder dejar a los animales hasta conseguir darlos en adopción, porque la fundación no tiene un refugio, trabajan con lo que llaman “hogares de tránsito”.

“Las personas que abren la puerta de su casa para recibir a una mascota abandonada o maltratada muchas veces salvan una vida. Cuando nos llaman para que vayamos a rescatar a un animal si no tenemos donde llevarlo es imposible”, insisten Walla y Emiliano con el afán de generar conciencia. “Tenemos algunos hogares de tránsito pero nunca son suficientes.”

Siempre establecen un acuerdo con las familias que se ofrecen a recibir un perro o un gato en tránsito: por cuánto tiempo pueden tenerlo y en caso de que sea necesario llevarlo al veterinario si lo hará la familia o lo hará la fundación. Y si el animal necesita una adaptación para la nueva convivencia interviene Emiliano como educador canino.

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En Villa del Parque, en Monte Castro, en Devoto, en los barrios aledaños a donde Adopciones Walla tiene su base, viven decenas o quizás cientos de perros y gatos rescatados por ellos. “Yo siempre digo que a este barrio trajimos muchos perros en malas condiciones y acá la gente supo empatizar -dice Emiliano-. En un principio nosotros poníamos una jaula en la vereda del local y la gente preguntaba ¨¿venden a los perros?¨, ¨¡Qué lindo que es, me quiero llevar uno!¨. La gente venía de una cultura de comprar perros y cuando le contábamos que los habíamos recuperado… el barrio los recibió con los brazos abiertos. Ahora cuando salimos a caminar nos encontramos por todos lados a perros que trajimos nosotros”.


Fundación Adopciones Walla
Teléfono: 11 6548-5821
Instagram: @fundacionadopcioneswalla

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