Billetes con historia

¿Cómo utilizar las redes sociales para transmitir un mensaje que aporte?, se preguntó Alejandro Volkind, un historiador y periodista aficionado a la numismática. La respuesta la encontró junto a su amiga Giselle Ribaloff, locutora y fotógrafa. Ambos crearon "Billetes con historia", una manera de pensar el presente tirando del hilo del "vil metal".

El dinero: la plata, la guita, la mosca, los dólares, los pesos, el mango, los palos, las lucas. “Estamos todos preocupados por la plata, y no porque querramos ser millonarios sino porque queremos llegar a fin de mes. Eso vuelve a las monedas y los billetes objetos atractivos, fetiches”, dice Alejandro Volkind, el autor de los micros audiovisuales “Billetes con Historia”.

De chico Ale coleccionaba monedas. Sin mucho criterio ni conocimiento, acumulaba las que le regalaban y tenía una bolsa llena. Le gustaba ir a Parque Rivadavia y recorrer los puestos. En ese momento se juntaban especialistas que vendían e intercambiaban, analizaban con ojo experto los rectángulos de papel y los círculos de metal. “En el parque me hice muy amigo de un coleccionista de monedas argentinas del período que va desde la Revolución de Mayo hasta 1880. Es una época muy rica para los coleccionistas por su particularidad: eran años en los que las provincias estaban más desunidas que unidas y cada una emitía su propia moneda. Yo tenía 12, 13 años cuando charlaba con él y me quedó esa foto.”

Los intereses de Alejandro se iban perfilando con claridad. Todavía faltaba para que estudie Historia en la Universidad de Buenos Aires, en cambio había que elegir el secundario. El Mundial de fútbol del 94 lo motivó a hacer un diario, a tipear en una máquina de escribir los sucesos de cada partido. Entonces su mamá y su papá le vieron veta de periodista y lo anotaron en la recién inaugurada Escuela Julio Cortázar, de Flores, orientada en comunicación.

Alejandro Volkind escribe y conduce, Giselle Ribaloff graba y edita. Juntos hacen «Billetes con historia».

Del barrio a la radio

Ale creció en el Hogar Obrero y el barrio, dice, estaba muy presente en la vida cotidiana. “Uno iba caminando a la escuela y volvía caminando con la barrita de amigos. Recorríamos los incineradores juntando diarios que después vendíamos. Jugábamos al fútbol o a las escondidas entre los edificios y, después de tercer o cuarto grado, nos íbamos todas las tardes a la plaza de Villa del Parque.”

Todavía no se conocían con Giselle Ribaloff, una locutora que si le piden que se describa, dice: “Soy colorada y de Floresta”. Para ella el barrio son sus amigos de “la Portu” (la escuela República del Portugal) y el barrio también es su familia. “En la calle Bernaldes vivían mis bisabuelos que vinieron migrantes de Ucrania. Su casa fue la casa de un montón de gente, porque tenían una mentalidad de cobijar: sobrinos que recién se casaban o mi padrino cuando volvió del exilio después de la dictadura.” De Ucrania ese bisabuelo había traído el orgullo de haber sido estibador en el Acorazado Potemkin, el barco emblemático de la Revolución Rusa, y Giselle atesora ese recuerdo: “Hay algo fuerte que me une, que me encanta de toda esa historia”.

Te puede interesar  Subite a mi burbuja

Siempre le gustó la fotografía, tanto que con la primera plata que juntó en su vida, a los ocho años, Giselle se compró una cámara. De grande estudió Locución en Eter -una escuela de comunicación en la que ahora es profe- y comenzó a trabajar en radios. “Transité por muchos espacios comunitarios donde aprendí un montón de todo lo que es autogestivo”, dice y repasa los años en Radio Sur, en Radio Presente, en Radio La Retaguardia. Ahora Giselle conduce las tardes de Mucha Radio, un dial especializado en “música de antes” en español. En ese recorrido lo conoció a Alejandro.

De la radio al barrio

En radio, Ale hizo producción, locución, conducción. “Te diría que laburo en la radio hace como 20 años”, dice, calculando la porción de vida que lo tiene en este oficio, y pone en foco el recuerdo de cuando era estudiante de Historia y empezó con unos amigos de Comunicación a hacer un programa al que llamaron Nadie Nos Invitó, que arrancó como un programa cultural y hoy está abocado a brindar información de la Comuna 10. Se lo puede escuchar todos los miércoles a las 20 horas por FM 92.5 Frecuencia Zero, también por YouTube. Y se lo puede leer en la web: www.nadienosinvito.com.ar

En un momento en el que “estamos sobrecargados de información”, Alejandro piensa al periodismo barrial como un lugar de compromiso: “En el barrio hay un montón de gente que le pone laburo y cabeza a proyectos que están buenísimos y que tienen cero difusión, creo que ahí es donde nosotros tenemos un rol fundamental. Uno siente que está aportando algo a la comunidad donde vive y eso es parte fundamental de lo que debería ser el periodismo, pero que se pierde de vista en las empresas periodísticas”.

Te puede interesar  Cinco siglos y un festejo en Monte Castro. Capítulo II

¿Y esto qué aporta?

También desde su lugar de historiador a Alejandro le interesa poder comunicar algo que aporte. Ve a la historia “como una herramienta para entender el presente y pensar hacia dónde nos gustaría ir”. “Hay debates que parecen nuevos pero son bastante viejos, y por ende tuvieron consecuencias que se pueden mostrar. Obviamente siempre el presente tiene puntos novedosos, pero me parece que ahí está la riqueza de la historia, que en vez de quedarse en mirar para atrás siempre está mirando para adelante, y en ese sentido es una herramienta fundamental.”

Alejandro cruzó su gusto por la numismática, por el estudio de la historia y por la comunicación. Así se le ocurrió la idea de hablar de historia a partir de los billetes. En una juntada de amigos se lo contó a Giselle y ella recogió el guante. Crearon una cuenta de instagram y se pusieron a trabajar. Alejandro escribe los guiones y conduce mientras Giselle graba y edita.

Dos de los capítulos que pueden verse en la cuenta de Instagram «Billetes con Historia».

— Alejandro: Elegimos billetes o monedas que nos permiten charlar sobre algún contexto que hoy en día está presente en el debate. Por ejemplo, el primero que hicimos fue sobre el billete de un millón de pesos que salió durante la última dictadura militar. Hay gente que recuerda: “yo era millonaria”, “mi primer sueldo lo cobré con eso”, “yo iba a un kiosco y con el billete de millón compraba cinco caramelos”. Se combina la vida personal con la vida política del país.

— Giselle: Me parece que el desafío es retener al público y que se quede a observar ese contenido en el que vamos linkeando la historia con la coyuntura. Tenemos que adaptarnos al lenguaje de las redes sociales, en dos minutos meter toda la información y que sea claro. Es toda una búsqueda.

Alejandro y Giselle comenzaron su producción hace tres meses y el primer video tiene más de 450.000 visualizaciones. “Es una locura lo que se logró con una cuenta de Instagram que todavía no tiene tantos seguidores”, dice Giselle. Muchos docentes encontraron en su contenido buen material para trabajar en el aula y otros espectadores descubrieron la historia atrás de esos rectángulos coloridos que llevan en la billetera.


Instagram: @billetes_conhistoria

1 comentario en “Billetes con historia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *