Desde que la Dra. Rosa Ruffa, recién recibida de cardióloga, entró a trabajar en el Sanatorio Méndez hasta hoy, que ya jubilada sigue atendiendo en su consultorio de Villa del Parque, la evolución de la medicina cambió totalmente el ejercicio de su profesión.
“Te doy un ejemplo, la ecografía a una embarazada —le dice a esta periodista, mientras le sirve un café en la cocina de su casa—, antes en la ecografía podías ver un botoncito y decías “está embarazada”, ahora ves un bebé en 3D; otro ejemplo, la genética: antes uno sabía de XY, XX, y no mucho más. Hoy sabemos que hay enfermedades de origen genético que en algún momento esos genes se podrán modificar para que las personas ya no padezcan esas enfermedades ¡Wow! Y pasaron solo treinta años entre un conocimiento y el otro”.
Esta evolución de la ciencia y la tecnología médica fue acompañada, dice Rosa, por un cambio en el vínculo con el paciente: “Nuestros antecesores decían el que tiene la razón es el médico. Ahora decimos que el que sabe lo que tiene es el paciente, eso te cambia la forma de encarar la consulta, aprendimos a escuchar. Sabemos, por ejemplo, que la depresión te puede traer enfermedad cardiovascular. Por eso hay que trabajar en forma interdisciplinaria.”
—¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?
— Todas las enfermedades que afectan al corazón son enfermedades que provocan inflamación arterial. Las arterias son las que llevan la sangre a todo el cuerpo y la inflamación es un cambio en su estructura que hace que se vayan tapando.
“Abu, ¿me hacés la merienda?” La voz de la nieta llega desde el living, mezclada con los sonidos del televisor transmitiendo una serie infantil. Mientras la abuela Rosa prepara una chocolatada, la doctora continúa la entrevista.
— ¿Cuáles son los factores de riesgo cardiovascular?
— Por un lado, tenés los que no son modificables, que es la edad y la genética de cada uno; por otro lado, tenés los que sí son modificables: hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo, sedentarismo, mala alimentación. Después, tenés enfermedades inflamatorias que llevan a la inflamación arterial: lupus y artritis reumatoidea, que son más comunes en la mujer que en el hombre. Dejamos de lado, obviamente, las patologías congénitas cardiovasculares.
— ¿Y qué se puede hacer a nivel individual y a nivel comunitario para prevenir enfermedades cardíacas?
— Ahí tienes un tema gubernamental, las políticas públicas que favorecen o no la salud. Por ejemplo, hacen muy bien en poner bicicletas que todos puedan usar, pero las tenés que distribuir para que todo el mundo las tenga cerca. Si hablamos de alimentación saludable, y… algo tenemos que hacer porque la alimentación saludable es cara. “Se deprime”, ¿cómo no se va a deprimir el tipo o la tipa que le vence un contrato de alquiler y no sabe dónde va a ir a vivir con su familia? Entonces ya nos metemos en otro campo que no es la medicina en sí, que es la salud poblacional, decisiones gubernamentales que hay que tratar de que las tomen. Y a nivel individual: una alimentación saludable, limitar el consumo de alcohol, hacer actividad física (por lo menos 150 minutos semanales), evitar el tabaco, y hacer el control médico anual (un laboratorio, un electro y tomada de presión); si la persona no tiene enfermedades, no tiene sobrepeso, no es diabética, alcanza con eso. Lo demás depende de cada paciente.
— En cuanto a la alimentación saludable, pareciera que mucha gente no le da importancia. En las escuelas, por ejemplo, la mayoría de los chicos llevan bebidas azucaradas con galletitas ultraprocesadas.
— Es cierto, en los cumpleaños infantiles, en la mesa ves chicitos y Coca-Cola. Yo entiendo, la gente no tiene tiempo, pero creo que tenemos que empezar a pensar en el futuro: qué enfermedades pueden tener si uno no modifica estas cosas. Vos le podés enseñar a los chicos que eso es una excepción. “Vas a un cumpleaños, podés comer lo que quieras, pero en casa no”. A mis nietos nosotros los acostumbramos con agua o soda.
El corazón de la mujer
La doctora Rosa Ruffa forma parte de la Federación Argentina de Cardiología, y dentro de esta asociación integra el Comité de Enfermedades Cardiovasculares en la Mujer. En su cruzada educativa a favor de la salud cardíaca, su foco está puesto especialmente en las mujeres. También en este tema, dice, la mirada médica evolucionó:
— Antes se consideraba que la mujer estaba hormonalmente protegida durante su edad fértil, pero cuando llega a la menopausia se enferma y se muere más que el hombre por enfermedades cardiovasculares. ¿Qué vemos ahora, con una mirada multidisciplinaria? Que durante el embarazo, efectos adversos como la hipertensión, la diabetes gestacional, el bebé de bajo peso y el parto prematuro, si luego del parto no se los trata, pueden llevar a una enfermedad cardiovascular. Además, tenés otros factores de riesgo propios de la mujer: la menarca precoz (antes de los 11 años); menarca tardía (después de los 17); menopausia precoz y los anticonceptivos.
Educar y acompañar
Así como las mujeres tienen incorporado el control ginecológico anual, tienen que saber que hay otros controles que deben hacerse, según su condición física. Rosa da un ejemplo:
— Una mujer obesa, que aumentó 20 kilos en el embarazo, ¿quién la controla después? Nadie. ¡Error! La obesidad es una inflamación crónica, entonces si vos querés que esa paciente a futuro no tenga problemas, tenés que enseñarle que tiene que bajar de peso y tenés que acompañarla. Si es una persona con pocos recursos económicos, no le vas a exigir lo que no puede, pero le decís: “Mirá, no te doy medicación porque no la necesitas, pero tenés que bajar de peso. Todos los días tenés que hacer cuarenta minutos de caminata. ¿Tenés un carrito para llevar a tu bebé? Bueno, llevá a tu bebé con vos.” Yo sé que es difícil, ¡pero es lo que hay que hacer! La mujer no es una bikini que tiene que controlar solamente sus zonas genitales. La mujer es un ser humano que tiene que tener el control como corresponde.
“El latido de mamá” en la Comuna 11
El 29 de septiembre fue el Día Mundial del Corazón. Con el impulso de esa fecha y la proximidad del día de la madre, Rosa pensó una actividad de difusión, junto con su colega la Dra. Silvia Lopresti, a la que llamaron “El latido de mamá”. Se trata de tres charlas que darán el 22 de octubre a las 18:00 en el espacio cultural Ramón Carrillo, de Devoto (Calderon de la Barca 2806).
Las charlas están destinadas a mujeres en edad fértil, para hablar sobre estos temas: “Tabaquismo y anticonceptivos en la adolescencia: qué es lo que no hay que hacer pensando en el deseo posterior de ser madre; El examen preconcepcional y el embarazo; El cuarto trimestre: el posparto inmediato y el control a futuro de la mujer».
Además, harán actividades en escuelas de la Comuna 11 con la idea de concientizar sobre el cuidado del corazón a los chicos y que ellos después sean divulgadores entre sus familias. “Yo sé que esto es un granito de arena — dice Rosa— pero es la forma que nosotras tenemos de visibilizar. Y si hay instituciones, vecinos, que les interesa que demos estas charlas, bueno, dale, empecemos”.♦
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