¡Cuántos pensamientos despierta la inauguración de la primera plaza santarritense!
El primero y más lindo: Unirse por una causa noble, tarde o temprano, da resultado. ¡Y vaya si fue larga la lucha, que los primeros pedidos de una plaza para este barrio los hicieron vecinos un siglo atrás!
El segundo pensamiento, no tan épico, más disgustado: ¿Será posible que haya que trabajar tanto para empujar a un gobierno a que haga algo que es inherente a su función?
El tercero recuerda que la cosa no terminó acá: resuena la voz del colectivo que luchó para que la plaza de Jonte sea realidad diciendo “con ésta no alcanza, necesitamos más”.
Y el cuarto es un sentipensar: es sacarse las zapatillas, las medias, y apoyar las plantas de los pies en el pasto de la plaza nueva. Es extender la lonita, recibir el mate de la mano amiga mientras conversamos y miramos a los chicos jugar. Este sentipensar dice: ¡Qué hermosa es la primera plaza de Villa Santa Rita!
La inauguración
El sábado 12 de abril fue la inauguración oficial. El gobierno porteño organizó un evento en el que hubo espectáculos infantiles, música y feria. Jorge Macri, en plan campaña electoral, aprovechó para sacarse fotos. Mientras tanto, ese sábado, a dos cuadras de la nueva plaza, se reunieron las vecinas y vecinos que desde el 2021 vienen luchando de distintas formas para ganar espacios verdes en el barrio (elaborando proyectos de ley, convocando a actividades de visibilización, participando de mesas con juntistas, legisladores y funcionarios de todo el arco partidario).
En la plazoleta de Jonte y Helguera se encontraron con sus banderas, sus prendedores y una gran alegría. Entre abrazos y miradas triunfantes caminaron juntos, juntas, hasta la plaza recién inaugurada. Traspasaron la entrada cantando “¡La plaza de la gente! ¡La plaza de la gente!”. El evento oficial se paralizó por un momento. Chicos y grandes los aplaudieron, muchos les dijeron “¡gracias!”. Después, cada uno, cada una, encontró su lugar entre los juegos, los bancos, el césped. Cada uno con su plaza, cada cual con su pensamiento.

Tres semanas después
Otro sábado a la tarde, mientras que el nuevo espacio verde de Jonte explotaba de gente disfrutándolo, el colectivo “Una plaza para Villa Santa Rita” continuaba su lucha. El 3 de mayo convocaron a una juntada vecinal en la esquina de San Blas y Emilio Lamarca, donde hay otro baldío que podría ser plaza.

En sus manos sostenían unos cuadraditos de cartulina verde de 22 x 22 cm. “De este tamaño es la porción de plaza que cada santarritense ganó con el lote de Jonte y Cuenca”, dijo Matías Lockhart, y desarrolló el concepto: Según datos de organismos internacionales, para vivir en un medio ambiente urbano saludable, la proporción de espacio verde por habitante debe ser de 10 a 15 m2. En Santa Rita no había nada, ahora hay un cuadradito de 22 por 22. “Por eso necesitamos más plazas”, concluyó.
Hay tres baldíos en el barrio que este grupo ha identificado: además de la esquina donde esa tarde estaban reunidos, uno está en Nazca al 1500 (y Belaustegui) y el otro en Concordia al 1500 (y el pasaje Toay). Para los tres presentaron en la Legislatura porteña proyectos de ley, que de aprobarse abrirían el camino para que el GCBA los compre y construya plazas, tal como sucedió con el lote de Jonte. Tres legisladores ya avalaron con su firma los proyectos: Alejandro Grillo (UxP), Delfina Velázquez (UxP) y María Sol Mendez (Confianza Pública). Estas firmas les otorgan “estado parlamentario” y podrían ser tratados en el transcurso de este año.

Para lograrlo, es necesario que más santarritenses conozcan las iniciativas y las hagan propias, que se sumen de la manera que puedan al reclamo de “más plazas para Villa Santa Rita”. Por lo pronto, todas y todos pueden agregar su firma en apoyo a los proyectos de ley. En la cuenta de instagram del colectivo vecinal les dirán dónde encontrar las planillas.

Una plaza para Villa Santa Rita
Instagram: @unaplazaparavillasantarita