Fútbol y mucho más en el Club Lamadrid

En el corazón de Devoto el club Lamadrid recupera su antiguo esplendor, a medida que nuevas actividades deportivas y culturales acercan a más vecinos.

En el corazón de Devoto el club Lamadrid recupera su antiguo esplendor, a medida que nuevas actividades deportivas y culturales acercan a más vecinos.

Fútbol y mucho más en el Club Lamadrid

En el corazón de Devoto el club Lamadrid recupera su antiguo esplendor, a medida que nuevas actividades deportivas y culturales acercan a más vecinos.

La pelota sale disparada como un tiro, pega en el travesaño y entra. Desde enfrente, más bien desde lo alto, un unánime grito de ¡gol! se escabulle por entre los hierros de una reja. El pabellón pasa a ser un palco y el paisaje un peleado partido de fútbol.

El 11 de mayo de 1950, un grupo de amigos que solían juntarse en Marcos paz y Tinogasta, donde uno de ellos vivía, decide fundar un club en un gran terreno baldío que había en esa manzana, frente al penal de Villa Devoto. Lo bautizan como Club Atlético General Lamadrid. Un club de barrio, que medio siglo después milita en la primera C del fútbol argentino.

Conocido como el carcelero, mantiene históricamente una relación de amor-odio con los presos. Se dice que quienes estaban privados de su libertad tenían por costumbre conseguir banderas o remeras del club rival de turno, para hinchar en contra. Sin embargo, otra anécdota, la de Mario Oriente, cuenta que desde la ventana de su celda, se enamoró de la institución azul y blanca y que esta pasión lo ayudaba a despejar su cabeza cuando el encierro lo atormentaba. Al cumplir su condena, dejó la cárcel siendo hincha y cruzó para hacerse socio, y una vez dentro, volverse parte.

Mirando desde el campo de juego hacia los grandes y despintados edificios del penal, Sergio Frites, secretario de la institución deportiva, revela que “Lama” es conocido por ser el único club del mundo pegado a una cárcel. A pesar de eso, él y todos los hinchas preferirían ya no tener una prisión al lado y que de una vez por todas se cumpla la promesa de trasladarla a Marcos Paz.

La nueva CD de Lamadrid, de izquierda a derecha: Alan Diaz (vocal), Flavio Fernández (vicepresidente), Javier Amendolara (presidente), Fabian Cambero (tesorero), Sergio Frites (secretario) y Adrian Rimasa (vocal).

Polideportivo y centro cultural

Con la pandemia en retirada, la reapertura encuentra al Lama ofreciendo cada vez más actividades. Hay fútbol en todas sus variantes: baby fútbol, futsal AFA (masculino y femenino), futsal (masculino y femenino) y fútbol once (masculino y femenino); pero hay mucho más: vóley (masculino y femenino), patín, boxeo, taekwondo, gimnasia funcional, movilidad y estiramiento para adultos mayores, taller de dibujo y pintura y desde octubre se suma ajedrez.

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Vamos a seguir incorporando actividades deportivas y culturales, hasta cubrir toda la franja horaria desde la mañana hasta la noche”, cuenta entusiasmado Nahuel Gando, coordinador del gimnasio. Gando es profesor de educación física y entrenador de futsal y fútbol 11. “Además, el programa de Jornada Extendida va a empezar a traer a los chicos de las primarias de la zona, a contraturno de la escuela, y como yo trabajo también como coordinador en ese programa, estaré en el club en un doble rol”, relata el docente.

También la literatura va encontrando su espacio en las instalaciones del club. Desde septiembre cuentan con una biblioteca, cuyos estantes fueron llenándose de libros gracias a las donaciones de los socios.  “Como está dentro del buffet, es una linda oportunidad de lectura que le ofrecemos a las familias para cuando quieran tomarse un café”, dice Frites satisfecho con el logro.

Las señoras del Lama

“Las mujeres del Buraco” son un grupo de señoras cuya historia está ligada a la del club. La hija de un fundador, una ex tesorera, jugadoras, esposas de ex presidentes y de futbolistas, que volvieron luego de 10 años. “Nos juntábamos todos los viernes, pero de a poco dejamos de venir. Somos muy amigas y nos seguíamos encontrando en la casa de alguna, en la plaza o el centro de jubilados. Ahora que nos invitaron, nos sentimos felices de estar acá de nuevo y queremos que vengan más mujeres”, aseguran entre todas.

Su relación con el club fue estrechándose a partir de 1977, cuando el presidente de entonces, Juan Naso, las entusiasmó y les dio el lugar para que tuvieran un rol activo en la institución. “Formamos una comisión de chicas, todas teníamos entre 25 y 30 años. Un sector del primer piso era nuestro espacio, lo pintamos y arreglamos para hacer un gimnasio femenino. Ya desde entonces empezamos con los torneos de buraco, y a juntar plata para el club, porque siempre había una necesidad que cubrir. Organizábamos fiestas en las que se juntaban quinientas personas, con grandes comidas e invitados famosos, como Violeta Rivas, Néstor Fabián, José Marrone, Adrián Ghio, entre otros”.

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Entre anécdotas y carcajadas cuentan que ellas también colaboraron para que se construya una pileta, que hoy ya no existe, pero que en aquel entonces servía para que en el club funcionara una colonia de vacaciones. Cuando eran ellas las que estaban en el agua, los presos aprovechaban la ocasión para gritarles desde las ventanas: “¡Estas más gorda!”

Que los vecinos lo descubran

Sergio Frites vive esta reapertura pos-pandemia como una reinaguración. La comisión directiva que integra asumió hace apenas tres meses, con la decisión de trabajar para ver al Lama reluciente y lleno de vida. “Estamos empezando un camino de crecimiento”, asegura Frites. “Durante muchos años tuvimos el lateral de nuestro estadio, que da a la calle Pedro Lozano, con la pared deteriorada, hace poco logramos reacondicionarla y pintarla. Ésta fue una de las acciones que forman parte del cambio estético al que también apuntamos”, destaca el secretario. La puesta en valor del edificio es notoria. “Gracias a las rifas, el alquiler de canchas, la cuota social y los sponsors, la sustentabilidad se hace llevadera”, afirma, y lo que dice no es un dato menor, ya que la pandemia y la crisis económica pusieron en jaque la economía de muchos clubes de barrio.

Otro cambio reciente muy bienvenido fue haber realizado un acuerdo con un nuevo predio de entrenamiento para las inferiores, distante apenas a quince minutos de viaje desde el club. La distancia del viejo centro era el motivo por el cual muchos chicos y chicas dejaban de practicar fútbol once en Lamadrid. Sergio Frites aprovecha para mandar un mensaje a todos los devotenses: “Invitamos a los vecinos del barrio a que formen parte de esta gran familia que hacemos en el Club Atlético General Lamadrid”.♦


Club Atlético General Lamadrid
Dirección: Desaguadero 3180
Instagram: @clubgrallamadrid

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