“Lo que nosotros intentamos es tener un proyecto que sea inclusivo. Aquí hay un espacio para que los chicos aprovechen. Queremos estimular en ellos el gusto por el hacer.” – dice Gustavo Zito, director de la Escuela de Música Nro. 3, en diálogo con Vínculos Vecinales.
Unos días antes del receso escolar invernal fuimos a visitar la escuela. Las aulas que durante el día están ocupadas por los chicos de la escuela primaria Antonio Dellepiane, a partir de las 17 se llenan del sonido de una gran gama de instrumentos.
“Cuando los chicos vienen a los cinco años, nosotros los impulsamos para que exploren, para que encuentren el mundo sonoro a partir del placer. Luego cuando el chico quiere tomar el compromiso de aprender a tocar un instrumento en particular, ahí el profesor o la profesora lo acompaña para enfrentar las dificultades que el aprendizaje propone” – nos cuenta Gustavo. “Nosotros no creemos que la música sea solamente recreativa. El objetivo es la construcción de un saber crítico y de ciudadanía a través de la música.”
¿Entre qué instrumentos pueden elegir lxs chicxs?
GZ:Tenemos la familia de cuerdas frotadas completa: violín, viola, violonchelo, contrabajo; en vientos tenemos flauta traversa, flauta dulce, clarinete y saxo; tenemos piano, guitarra y dos cátedras de teclados. Además tenemos conjunto instrumental o de cámara, expresión corporal, canto coral y lenguaje musical. Y un ciclo de iniciación musical para los chicos de 5 y 6 años; a partir de los 7 eligen el instrumento que quieren aprender.
Las materias obligatorias son un instrumento y lenguaje musical. Además, integran una Orquesta de las Escuelas de Música, que compartimos mayoritariamente con la escuela del D.E. 18, que está en Camarones y Segurola.
Cuántas escuelas de música como ésta hay en la ciudad de Buenos Aires?
GZ: Hoy son 15 escuelas de música, repartidas entre los distintos Distritos Escolares. La primera se fundó en 1944 en Parque Patricios. Esta escuela fue la cuarta, que si bien nació en 1974 se consolidó en 1976. El grueso de las escuelas se fundaron en los años 90.
¿Qué formación tienen las y los docentes que trabajan en ellas?
GZ: Por una cuestión normativa, todos tienen que tener el título de profesor en su especialidad.
Por ejemplo, para ser profesor de la cátedra de conjunto instrumental, hay que ser director de orquesta o hay que ser licenciado o profesor en composición. Eso es muy importante porque cuanto más chicos son los alumnos y menos herramientas tienen, mayor es el esfuerzo que tiene que hacer el profesor para poder incluirlos. Suponé que hay un chico que toca pocas notas en la flauta dulce. El profesor tiene que tener la capacidad de hacer un arreglo de las obras para que el chico con esas pocas notas participe en el conjunto. Ese es el objetivo, con lo cual tiene que tener el arte de la composición y el arreglo, sino no lo puede llevar adelante.
¿Qué población de chicos viene a esta escuela de música?
GZ: El grueso de los chicos son del barrio, viven en un radio a lo sumo de 20 cuadras, uno pocos vienen de más lejos. En esta escuela se da una excepción: hay un 50 % de chicos de escuelas privadas y un 50 % de chicos de escuelas públicas. En las otras escuelas de música, la mayor parte de los chicos asisten a escuelas públicas.
¿Hace cuánto tiempo que sos director de esta escuela?
GZ: Yo tomé posesión del cargo el 1 de agosto de 2016. Me propuse continuar y potenciar el proyecto de mis antecesores, que es excelente.
Siendo una escuela pública que depende del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, ¿cómo se mantiene? ¿el Estado la financia o depende de una Cooperadora?
GZ: Lo cierto es que tenemos necesidades que el Estado de la Ciudad desatiende. No aumenta la planta funcional, para satisfacer la demanda de matrícula que la comunidad requiere. No tenemos provisión ni reparación de instrumentos. Sólo hay un subsidio que se canaliza a través de la Cooperadora, que es exiguo. Y la Cooperadora (que corresponde a las tres Instituciones –Jardín, Primaria y la Escuela de Música-) hace todos los esfuerzos posibles por cubrir nuestras necesidades.
Nos las arreglamos bastante bien pese a toda la complicación. Tenemos una comunidad que está muy presente, que tiene muy puesta en valor a la escuela de música. Pero no es suficiente, necesitaríamos que hubiera, como antaño, más participación del Estado en el sostenimiento del servicio, para que la escuela pueda seguir creciendo.
Entendemos que son decisiones de política pedagógica que nosotros no compartimos, pero no nos quita el optimismo, las ganas de hacer todos los días. Nosotros tenemos ahora un equipo de profesores muy comprometidos, compenetrados con el trabajo y que principalmente les interesa que los chicos aprendan, que progresen.
El festejo de los 40 años
GZ: El año pasado festejamos, con postergación, los 40 años. Hicimos un concierto en la plaza Aristóbulo del Valle, que fue una sorpresa para todos. Logramos hacer un concierto que contó con una participación barrial impresionante. Había vecinos que escuchaban desde los balcones. En cuanto al repertorio, tocamos de todo, estuvimos tres horas haciendo música. Fue en la primavera, hacia fines del ciclo escolar, y participaron todas las cátedras. También participó la mega orquesta de las escuelas de música que compartimos con el D.E. 18, que tuvo un desempeño excelente. Esperamos este año poder repetirlo. ♦