Celebrando y reclamando

En el mismo fin de semana dos eventos vecinales tuvieron como epicentro el edificio de Artigas 2262. Mientras la cultura celebra la salud reclama.

En el mismo fin de semana dos eventos vecinales tuvieron como epicentro el edificio de Artigas 2262. Mientras la cultura celebra la salud reclama.

Celebrando y reclamando

En el mismo fin de semana dos eventos vecinales tuvieron como epicentro el edificio de Artigas 2262. Mientras la cultura celebra la salud reclama.

¿Qué tienen en común un centro cultural y un centro de salud? Si te parás en la calle Artigas al 2262, te vas a encontrar con que mucho pueden tener que ver. Si vas a las ocho de la mañana verás en la vereda una larga cola de gente esperando ser atendida por un pediatra o una ginecóloga, gente con varias recetas que van a buscar la medicación gratuita que les asigna su Cobertura Porteña, verás que los que logran entrar se amontonan en el hall del Cesac y la fila continúa escaleras arriba hasta alcanzar la farmacia. Si volvés a esa dirección a las seis de la tarde, vas a atravesar el mismo hall  ahora vacío. Más allá verás nenes y nenas, jóvenes, grandes y mayores que van a una clase de circo, de teatro, de taekuondo, de guitarra o yoga. Escucharás el sonido de la sala del fondo, donde seguramente están preparando un concierto o la escenografía de la próxima obra.

El Espacio Cultural Resurgimiento y el Cesac 34 comparten el edificio y también su historia: la misma épica barrial dio origen a uno y otro. Sin embargo hoy, mientras uno festeja el otro reclama.

Viernes 18 de octubre. La sala de “Resu” está colmada. Varios motivos invitan a la celebración: uno, que los legisladores porteños votaron a favor de extender por diez años el permiso para que la Asociación Civil Resurgimiento haga uso de ese espacio que le pertenece a la Ciudad. “No es fácil en la Legislatura ponernos de acuerdo con todos los bloques pero en cuanto a renovar este permiso hubo total unanimidad. Cualquiera con quien uno hable y le pregunte por Resurgimiento dice sí, lo que hacen es impresionante”, expresaba Gonzalo Strafase, el legislador encargado de presentar el proyecto de ley por la extensión del comodato.

De izquierda a derecha: Andrea Fontanella (Vicepresidenta de Resurgimiento, Mora Scillama (Dir. de Promoción Cultural CABA), Enrique Avogadro (Min. de Cultura CABA) Alberto Catán, Daniel Saint Hilaire (Presidente de Resurgimiento), Gonzalo Strafase (Legislador CABA), Fernando Primofrutto, Graciela Baduan, Paula Pesado y Darío Vaccarino.

“Quiero contarles que este año el Ministerio de Cultura a través de la Ley de Mecenazgo ha favorecido a Resurgimiento con un proyecto muy importante que va a transformar el lugar en lo formal y también en los contenidos. Vamos a mejorar la sala, instalar la calefacción, renovar los baños”, decía Alberto Catán -director de teatro y miembro del grupo fundador de Resurgimiento- anunciando otro de los motivos de celebración de la noche.

Un grupo de actrices del taller de producción teatral subieron al escenario para leer un manifiesto escrito en el 2003 por los vecinos que fundaron Resu. Los que escuchábamos pudimos tomar dimensión del sueño que los movía. Allí decían que aspiraban a “generar un espacio comunitario de circulación de bienes culturales tangibles e intangibles”, que reconocían que “la cultura engloba además de las artes y las letras, los derechos fundamentales del ser humano, los modos de vida, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”, que entre sus objetivos estaba   “trabajar con niños, jóvenes, adultos y adultos mayores buscando detectar los focos de interés y las necesidades de cada sector etario”. Y mucho más decían, evidentemente no querían que se les escape nada en aquella promulgación de intenciones.  Alberto Catán apuntó al público: “ustedes nos dirán cuánto de todo eso que nos propusimos, hemos cumplido”.

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Estaba presente en el evento el ministro de cultura de la ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro. “Ver un proyecto que nació de la lucha de vecinos y vecinas para que este lugar pudiera existir, primero de manera utópica -porque los manifiestos son eso, son animarse a plantear un sueño- y ver que hoy estamos acá, es realmente muy emocionante”, expresó el ministro desde el escenario. Daniel Saint Hilaire -presidente de Resurgimiento- recordó que “esto había sido la sede de Argentinos Juniors en la que nos juntábamos de chicos y los vecinos la recuperamos” y añadió: “cuando soñábamos tener un teatro, me acuerdo que decíamos ¨ahora vamos por el telón¨, ¨ahora vamos por los camarines¨. Y ahora que tenemos el mejor teatro de la zona, vamos por un Resurgimiento muchísimo mejor dotado, más grande, siempre pensando en que la cultura esté al alcance de todos.” A su vez Alberto Catán puso el acento sobre la particular gestión de este centro cultural, que tiene un pie en una asociación civil sin fines de lucro y otro en el Estado: “Yo quiero decir que hemos construido una institución mixta, la asociación civil fue el disparador, después apareció el Estado y entre ambos logramos este lugar que es único, ambos tiramos parejo en función de la gestión, de ninguna otra cosa.”

Luchar, luchar y seguir luchando

Sábado 19 de octubre. Mediodía de sol. En Nazca y Jonte una treintena de mujeres y hombres repartidos entre la esquina del restaurante El Ombú y la esquina de la farmacia Dr. Ahorro esperan con carteles en mano que corte el semáforo. Cuando se pone en rojo y los autos frenan, los dos grupos descienden al asfaldo y se paran sobre las líneas blancas de la senda peatonal. Alzando sus carteles miran a los conductores de los autos. “Nuevo edificio y nombramientos para el Cesac 34”, “Recursos ya! Cesac 34”, “Si apoyás tocá bocina”, “Vacunas y medicamentos ya”, “En defensa de la salud pública y del Cesac 34”, todas estas consignas se leen en sus carteles y hay uno aún más explicativo que dice: “Con la crisis bajan las prepagas y las obras sociales y crece la demanda en la salud pública. Conclusión: Cesac colapsado, sin presupuesto, con problemas edilicios y falta de profesionales.”

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Semaforazo en Nazca y Jonte. «Es la organización colectiva la que logra que el gobierno escuche», nos dice una trabajadora del Cesac 34.

El conflicto en el Cesac 34 se hizo público en marzo de este año a partir de que un usuario reaccionó con violencia ante la falta de respuesta a su necesidad. En aquel momento se formó una Mesa de Salud en Apoyo al Cesac 34, conformada por vecinos, usuarios y trabajadorxs del Centro que al día de hoy, luego de muchas acciones y reuniones, siguen reclamando una solución al Estado.

“Hace dos semanas vino una arquitecta del gobierno de la ciudad y constató que las condiciones edilicias no son buenas, planteó buscar un modo para que la gente no tenga que esperar al borde de la escalera y mudar de lugar la farmacia, pero la situación general no se modifica. Anteriormente, la única respuesta a nuestro reclamo había sido la designación de un farmacéutico más. Desde ese momento ya pasaron cinco y todos renunciaron, porque las condiciones de contratación y de trabajo son insostenibles. Nos dicen que para este año ya no hay presupuesto. Nosotros decimos que si no es para este año, que esté contemplado en el presupuesto del 2020, pero tampoco. No está en los planes del gobierno la apertura de otro Cesac en la comuna 11.” El relato pertenece a una trabajadora del Cesac 34, quien prefiere no dar su nombre; ella especifica: “En el debate de candidatos a jefe de Gobierno, Larreta dijo que se inaugurarán Cesacs en Pompeya, Barracas y Boedo. No mencionó nuestra zona. Nosotros sabemos que los vecinos de Boedo se movieron para hacer visible su necesidad y así lograron que les asignen un predio para la construcción de un Cesac.”

Consultado por este conflicto, el presidente de Resurgimiento dio su punto de vista: “Para mí es claro que el lugar quedó chico y yo como parte de los fundadores que juntamos las firmas para que este Cesac exista, lo que quiero es que se le destine en la comuna un espacio acorde a las necesidades que tiene hoy”. En el mismo sentido nuestra entrevistada, trabajadora del centro de salud, remató: “Quince años atrás se podía pensar que el Cesac 34 era una batalla ganada pero ahora la realidad es otra. Y si algo aprendimos es que la organización colectiva es la que logra que el gobierno escuche, así que nosotros vamos a insistir hasta que nos den respuesta.” ♦

Contacto con la Mesa de Apoyo al Cesac 34:  https://www.facebook.com/mesasalud.cesac.34

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