Quienes no están muy al tanto de la función que cumplen los CeSAC (Centros de Salud y Acción Comunitaria) seguramente piensen que son como satélites de los hospitales, con su vacunatorio, su farmacia, y algunos consultorios externos de las especialidades más habituales. Son eso, pero no solo. En los CeSAC trabajan equipos territoriales; cada equipo está compuesto por cuatro profesionales que salen a recorrer el área programática del CeSAC para hacer un mapeo de la población y sus necesidades. También se vinculan con otros centros comunitarios para armar redes y complementarse. A partir de esta información organizan distintas actividades.
Maria de los Ángeles Chumbita -Marita- es enfermera y trabaja en e Cesac 34 desde que se inauguró, hace veinte años. Ella compone uno de los cuatro equipos territoriales junto con otra enfermera, una médica generalista y una pediatra. De ellas fue la idea de brindar un taller para adultos mayores.
“¿Por qué hacemos el taller? Notamos que a veces vienen a atenderese más para charlar que porque se sientan mal. Se toman la presión y los tenés media hora conversando. Por eso decidimos organizar un taller de recreación, para que vengan a divertirse”, cuenta Marita.
La propuesta se puso en marcha en agosto y desde entonces se repite jueves por medio de 10 a 11.30 de la mañana. El punto de encuentro es el bar del Centro Cultural Resurgimiento, que comparte edificio con este Cesac.
El equipo territorial se ocupa de todo: compran las galletitas y el té para el desayuno (con dinero de su bolsillo). Decoran el salón. Preparan el material de las distintas actividades.”El primer día armamos un bingo, otra vuelta un crucigrama, la última vez una sopa de letras. En la primavera hicimos un baile y un karaoke. Apuntamos a que ejerciten la parte cognitiva, que utilicen la mente y se diviertan”.
La última cita del año
El 30 de noviembre fue la última reunión del 2023. Luisa llevó sandwichitos de miga para compartir, porque “no quería que termine”, le dice a Vínculos Vecinales. “Lo que pasa es que tengo un grupito muy lindo. Hace muchos años que me atiendo en el Cesac y estos encuentros me encantan. Espero que continúen el año que viene”.
Luisa vive en en Nazca y Nogoyá. En Bolivia y Carranza vive Josefa, que también hace años que viene al Cesac. “La verdad que atienden muy bien, son muy cariñosos todos, tanto sean los médicos como los empleados. Han propuesto esta forma de reunirnos y formamos un lindo grupo”, dice Josefa.
– ¿Qué aporta a su vida este espacio?
– Alegría –dice Josefa.
– Buenos ratos –dice Luisa.
– Escuchar un poco al otro también, porque lamentablemente hay personas que están muy solas –acota Mirta–. Yo conocía la salita porque siempre vengo a vacunarme, pero nunca había prestado atención a las actividades. Un día leí de las caminatas y la pileta, y así empecé a venir.
Mirta se refiere a las “caminatas saludables” que organiza Martín, otro de los enfermeros del Cesac. Todas las mañanas se reúnen a las 10 y salen a caminar, se dirigen hacia algún parque cercano, puede ser la plaza de Pappo, puede ser la Agronomía. Al llegar descansan un poco y luego regresan al Cesac. “Mientras caminamos personas como ella, por ejemplo, me da una receta de cocina. Personas como él, Luis, por ejemplo, me ayuda con el tema del seguro del auto”, agradece Mirta a sus compañeros.
Además de las caminatas, los miércoles van a la pileta y hacen ejercicios en el agua. El Cesac tiene un acuerdo con el club Villa Sahores que les ofrece esta posibilidad en forma gratuita.
– ¿De qué trabajaban antes de jubilarse?
– Mirta: Yo sigo trabajando. Hago peluquería a domicilio.
– Yo trabajé en la Universidad Católica en administración y además soy modista. Algunos trabajitos todavía hago.
– Yo vivía en Bolivia, trabajaba en la Junta Nacional de Acción Social.
– Luis: Antes de jubilarme yo era gastronómico, mozo de salón en La Estancia, de la calle Lavalle. Después trabajé en Pichín, en Pepito.
– Eliasan: Yo soy médico general, que aquí le dicen médico clínico. Y mi otra profesión en Venezuela era médico ocupacional laboral, entonces tengo mucho conocimiento de rescate, de control de incendios, todo eso.
– Yo soy Neira. También vengo de Venezuela, apenas llegué el año pasado me incorporé al centro de salud. Y cuando vi el movimiento en la sala de espera, que salía gente a caminar, me llamó la atención y pregunté. Al día siguiente comencé y feliz de verdad, muy agradecida con ustedes. No solamente con el centro de salud, sino con Argentina y su gente por habernos recibido de tan bonita manera, me siento como en casa.
El equipo territorial llamaba a este encuentro taller de adultos, pero sus participantes en la segunda cita decidieron que el nombre sería El resurgimiento de la amistad.
En la última reunión del año había unas treinta personas. Comenzó con una sopa de letras que completaban en tarjetones mientras desayunaban y charlaban. Y terminó a todo ritmo, todos bailando cumbia.♦
Cesac 34
Artigas 2262 y Álvarez Jonte
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