En Villa del Parque lxs referentes de la Unión de Comerciantes y Profesionales, salieron el 8 de marzo a recorrer el barrio para visitar a cada una de las mujeres que están al frente de comercios e instituciones. A su vez, el Centro Cultural Resurgimiento realizó un sentido homenaje a vecinas destacadas.
Por Mariana Lifschitz
El 8 de marzo pone en escena sentimientos encontrados. Mientras una mujer recibe con agrado un ramo de flores, otra escribe en las redes sociales que “no quiero flores, sino igualdad de derechos”. Algunas desean “feliz día” en sus chats de amigas y otras postean la convocatoria a la marcha “Ni Una Menos”. Lo que en ese vaivén resulta claro es que lo femenino todavía necesita una fecha especial para ser reconocido. Y aparentemente así será, hasta que llegue el día en el que el género deje de ser un condicionante.
En este día especial estuvimos haciendo entrega de diplomas a mujeres de nuestro centro comercial. Con tristeza, por el motivo del recordatorio, y a la vez con ánimo de festejo por los logros obtenidos”, publicó la dueña de la juguetería Yamanca y secretaria de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, Silvia Shocron. La vicepresidenta de la entidad, Elisabet Piacentini, contó a Vínculos Vecinales que la idea de salir a visitar a las comerciantes y profesionales en sus lugares de trabajo motivó encuentros muy ricos. “Les dimos un diploma, una mención que es como un mimo, y así nos encontramos. En la Boutique del Pijama la señora que fundó el local hace cincuenta años estaba con su hija, y ésta con su bebé. En la imprenta Copy Orbet también nos encontramos con las tres generaciones: la mamá y su hija diseñadora que estaba con su hijito de dos años. Ahora salimos de la Academia de música Fusión, donde trabaja la hija del fundador. Así es el barrio: pymes familiares y una historia apasionante atrás de cada mostrador.
Según Shocron varias de las reconocidas se enorgullecen de sus logros aunque a la vez “comentaban que es difícil, que no siempre pueden llegar a hacer todo lo que quieren, ese famoso techo de cristal que ocurre en más de una empresa”. “Creo que si logramos complementarnos no va a existir más esto de decir ‘yo soy mujer, vos sos hombre’, más que para la procreación. De hecho en las parejas jóvenes cada vez más se trabaja a la par, tanto en lo laboral como en lo doméstico y en la crianza de los chicos”, destacó.
La identidad incompleta
Hubo aún más diplomas y distinciones en el festejo que el 15 de marzo se organizó en el Centro Cultural Resurgimiento, donde vecinas cantoras con unas voces maravillosas hicieron suyos tangos clásicos. También cantó el coro del Resurgimiento en tanto Hilda Viena Sarno, nacida en 1928 a pocas cuadras de allí, trajo sus recuerdos de las fiestas en los clubes de barrio inmersa en el ambiente tanguero de la primera mitad del siglo XX. La profesora de teatro del Centro, Graciela Baduán, subió al escenario para traer unas palabras de la dramaturga argentina Griselda Gambaro. “Como se sabe -leyó- los condicionamientos y las restricciones ensombrecen las capacidades potenciales de los individuos y van anulando las herramientas de que se dispone. De ahí que a lo largo de la historia, en comparación con los hombres las mujeres hayamos producido menos cantidad de obras de arte, o desarrollado tareas científicas, o inventado herramientas, o empresas, etc. El mérito de una mujer no se refería a ninguna de esas tareas y estaba relegado a su trabajo doméstico, crianza de los hijos y sostén afectivo del marido. ¿Cómo saldrían las mujeres de ese anonimato compulsivo? (…) La identidad es tomar conciencia de sí como perteneciente a determinada sociedad y cultura. ¿Nos hemos reconocido las mujeres en los símbolos o productos culturales de la tradición histórica? Baduán hizo suyas las palabras de Gambaro y se preguntó: “¿Es la de las mujeres una identidad incompleta? ¿Cómo conducirnos hacia la construcción de una identidad representativa de lo que cabalmente somos?”. Volviendo al texto de Gambaro concluyó que en ese trabajo estamos, “el de adquirir conciencia de que la identidad no es la aceptación inerte de una realidad ya dada sino la voluntad de quebrar las reglas, conflictivas pero siempre modificables, que esa realidad propone o establece”.
Mientras el festejo continuaba con más canto y más agasajos, esas palabras quedaron flotando en el ambiente como una especie de pista, o una buena explicación de ese vaivén entre las flores y el reclamo. ♦
Foto de portada:
Arriba a la Izquierda:
Mariana Lifschitz, editora de Vínculos Vecinales, recibe un inesperado y muy grato reconocimiento de manos de Elisabet Piacentini y Miguel Saccone, acompañada de estas palabras: “Una mencion para otra mujer luchadora, la editora del diario Vínculos Vecinales. Ella es Mariana Lifstchitz , que con sus notas descubre y teje vinculos en Villa del Parque. ¡Gracias Mariana por tu trabajo en nuestro barrio!”
Arriba a la Derecha:
Graciela Baduán (segunda desde la izq) junto a Cinthya Remon Gallipo, Haydee Queirolo y Griselda Barontini. Directora y actrices de la obra de teatro “De profesión maternal”, de Griselda Gambaro, presentada en el Centro Cultural Resurgimiento durante el mes de marzo, dedicado íntegramente a autoras mujeres.
Abajo a la Izqiuerda:
Patricia Pistacece entrega un diploma a Marta Fernández, dueña del kiosco de diarios El Parquense (Cuenca 3193).
Abajo en el centro:
Silvia Shocron junto a Mirta Alonso, bibliotecaria de la Asociación Vecinal y Biblioteca Popular de Villa del Parque.
Abajo a la derecha:
Rogelio González, presidente de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, junto a Andrea y Liliana de juguetería Malabares” (Cuenca 3165).