Otro capítulo de Santa Mitre

Talleres, actividades para chicos y hasta la aparición de un cuento desconocido de Borges formaron parte del interesante festival literario que tuvo lugar en el club Ciencia y Labor.

Por Verónica Ocvirk

“Estamos en otro capítulo de este proyecto cultural victorioso que está sacando a relucir el arte de nuestros barrios”, señaló el presidente de Ciencia y Labor Pablo Salcito al presentar la última edición de “Santa Mitre”. Fue una jornada en la que en diferentes espacios de ese club y durante cuatro horas los vecinos y vecinas pudieron ser parte de un festival literario que incluyó charlas, talleres, la proyección de un corto, juegos para chicos y, naturalmente, libros por doquier y mucha lectura.

“Santa Mitre” surgió de Barrios Creativos, un concurso organizado por el Gobierno de la Ciudad a través del cual se buscó convocar a vecinos a presentar propuestas culturales para sus territorios. Con la idea de acercar a la gente a las actividades artísticas -y de visibilizar también el caudal cultural de esta zona- un grupo de personas de Villa General Mitre y Villa Santa Rita propusieron la creación de nueve circuitos que muestren la riqueza cultural de estos barrios. Cada circuito cuenta con una identidad propia y un color que distingue la categoría de las actividades que reúne. Ellos son: música y danza, gastronómico, teatro, artes visuales, literario, recreativo, circuito de instituciones, de patrimonio y de vecinos destacados.

Así, este último encuentro lúdico literario que se desarrolló el 28 de septiembre fue organizado en diferentes “estaciones”: el bonito salón que Ciencia y Labor tiene hacia la calle quedó reservado para los más chicos, y ahí se dispusieron desde valijas con libros seleccionados de la biblioteca del club hasta diferentes mesas para actividades guiadas y una plaza blanda literaria. Hubo juegos literarios infantiles a cargo de Romina Eliana de Seta, además de narraciones en las voces de Claudia Quinteros, María Susana Leo y el equipo narrativo infantil Canto Rodado, con Laura Ratto y Silvina Romano. Mientras tanto, en la centenaria biblioteca del club tenía lugar la singular presentación de un cuento desconocido de Borges (que hizo Alejandro Margulis), la proyección del corto “Borges y Nosotros” de Omar Quiroga y el taller literario “Bajo el Araucaria” junto a Clara del Valle y Gabriela Pignataro.

“Para elegir a los artistas que participaron de este encuentro lanzamos la convocatoria por redes y luego fuimos seleccionando de acuerdo a las posibilidades de cada uno”, explicó María Verónica Galarza, una de las organizadoras, resaltando que tanto los participantes como los encargados de la gestión cobran por su trabajo. “La idea de Santa Mitre es que la cultura no se haga solamente ad honorem. En este caso hablamos de agentes culturales que realzan la vida artística del barrio, estamos convencidos de que por eso también tienen que recibir un honorario”, destacó. La calidad de la propuesta terminó demostrando que la apuesta valió la pena: desde la cuidada selección de libros para chicos hasta la buena organización y el altísimo nivel de los artistas convocados atrajeron la atención de más de medio centenar de visitantes.

El descubrimiento

“Diría que este es un acontecimiento mundial”, advirtió el escritor, periodista y editor Alejandro Margulis al presentar la reciente divulgación en la revista Ayesha de un cuento desconocido de Jorge Luis Borges. Hace 37 años -cuando tenía 20 y apenas era, como él mismo dijo, un “aprendiz de escritor”- Margulis tuvo la oportunidad de entrevistar al autor de El Aleph para una pequeña publicación médica. Y durante esa charla Borges le contó una historia que ahora sale a la luz, que en su momento el joven periodista publicó en esa revista de escasa circulación que hasta ahora permaneció olvidada. “Me permito llamarlo cuento, tal vez de una forma un poco atrevida”, refirió Margulis explicando que desde su ceguera el escritor solía dictar textos a sus colaboradores (es decir: era una práctica habitual construir así sus relatos), además de que al escuchar y transcribir la historia no tuvo que retocarla ni en una sola de sus frases, “ni siquiera en la puntuación”. Margulis es vecino de Villa General Mitre y publica la revista literaria Ayesha, en cuyo último número puede leerse este cuento que habla del coraje y también de la cobardía.

Durante su charla en la biblioteca de Ciencia y Labor el periodista brindó detalles de su encuentro con Borges y sus posteriores charlas con María Kodama, conversó con los vecinos y finalizó afirmando: “no conozco mejor magia que la de un descubrimiento literario”. ♦