Vuelta a clases en la escuela Rosales: entre la inseguridad y el abrazo

La institución ha sufrido una seguidilla de robos desde que se quedó sin casero. Con una comunidad de familias muy presente y un barrio que la acompaña, su Cooperadora reclama al gobierno porteño que tome las medidas de seguridad necesarias.

La institución ha sufrido una seguidilla de robos desde que se quedó sin casero. Con una comunidad de familias muy presente y un barrio que la acompaña, su Cooperadora reclama al gobierno porteño que tome las medidas de seguridad necesarias.

Vuelta a clases en la escuela Rosales: entre la inseguridad y el abrazo

La institución ha sufrido una seguidilla de robos desde que se quedó sin casero. Con una comunidad de familias muy presente y un barrio que la acompaña, su Cooperadora reclama al gobierno porteño que tome las medidas de seguridad necesarias.

La figura del casero de la escuela pública, ese señor o señora que tiene su casa en el fondo del edificio y cuida las instalaciones, de un tiempo a esta parte el Ministerio de Educación porteño decidió que ya no es necesaria. A medida que los caseros y caseras se van jubilando no los reemplaza. Sin embargo, su ausencia viene demostrando que considerarlos innecesarios es una apreciación errada.

A medida que los caseros y caseras se van jubilando el Ministerio de Educación porteño no los reemplaza. Numerosas escuelas públicas comenzaron a sufrir robos desde que se quedaron sin casero.

El 31 de enero el edificio de la escuela primaria Nº 10 D.E. 12 Leonardo Rosales (de Mercedes y Magariños Cervantes, en Floresta) fue violentado. Por tercera vez en seis meses entraron a robar; robos que empezaron cuando el casero se jubiló. Y no es la única: numerosas escuelas públicas de Caba están sufriendo robos similares a medida que se quedan sin casero.

La Cooperadora de la Escuela Nº 10 DE 12 Leonardo Rosales entregó una carta al Ministerio de Educación pidiendo mayor seguridad. Aún no tuvieron respuesta.

Noelia, Valeria y Martina tienen hijos en la primaria de la Rosales y son participantes activas de la Cooperadora (son la presidenta, la tesorera y la secretaria de actas, respectivamente). Vínculos Vecinales habló con ellas sobre el contexto en que se dan estos delitos, sobre el trabajo de la Coope y sus expectativas para el año que se inicia.

La escuela y la plaza

La Rosales comparte manzana con la plaza Banderín y según las madres ese es parte del problema. De hecho, la mayoría de las escuelas robadas son las que tienen esa característica: una edificación con grandes ventanales y un patio trasero que da a una plaza de la que la separa un cerco con rejas.

–  Valeria: Se naturalizó una interacción entre la plaza y la escuela en la que pareciera que son lo mismo: Como la escuela tiene su canchita de fútbol con los arcos, todos los fines de semana una ve chicos que saltan las rejas y juegan a la pelota en la escuela.

– Noelia: Además las rejas son re viejas, las cortan y pasan por entremedio. Y por más cerrada que esté la escuela, los herrajes los fuerzan fácilmente.

La escuela Leonardo Rosales comparte manzana con la Plaza Banderín.

– ¿Cómo viven los chicos estos robos?

– Martina: El último fue en vacaciones, pero del anterior se enteraron en la misma mañana de clase. Es bastante fea la situación: los ladrones habían entrado por una terraza y de ahí a un aula que estaba cerrada con llave, para poder abrirla rompieron el vidrio de la puerta. A la mañana los chicos se encontraron con esa parte vallada, encintada, que no se podía pasar. Es bastante movilizante para ellos.

Pérdidas materiales y vandalismo

– Noelia: En el primer robo, en julio, se llevaron sesenta computadoras. En noviembre a quien más robaron fue al Centro Cultural (Baldomero Fernández Moreno, que funciona en el mismo edificio en horario vespertino). Les robaron plata, parlantes y micrófonos. De la escuela también se llevaron plata y un scanner. Después hubo otras entradas en las que dejaron botellas de gaseosas o cervezas tirados, se veía que habían estado en el establecimiento pero no habían hecho nada. Y en el robo de este verano lo que más nos llamó la atención fue el vandalismo, fue más lo que rompieron que lo que robaron.

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– Valeria: Dejaron un montón de cosas preparadas para llevárselas del lado de adentro de la ventana. Vaciaron los matafuegos adentro de la escuela. Entonces lo que sospechamos es que, o alguien los vio y por eso se fueron u otra posibilidad es que como vaciaron los matafuegos que largan un polvo que es bastante tóxico, al no poder respirar se hayan ido.

– Noelia: Además en el comedor había yogurt tirado por todos lados. La comida que era para los chicos que iban a la colonia la rompieron. Envases de yogur, leches, barritas de cereal, vasos, todo lo que había lo rompieron. Además de cerraduras y puertas, porque para entrar a la sala de informática tuvieron que romper la puerta.

Respuesta oficial

– Valeria: En todas las situaciones se dio aviso al Ministerio, porque así es el protocolo: la conducción de la escuela tiene que avisar al Ministerio de Educación.

– Noelia: En diciembre habíamos armado una nota conjunta el jardín, la primaria y el Centro Cultural y la firmamos todas las familias. La llevamos a mesa entradas del Ministerio pero fue justo en el cambio de gestión y no la recibieron. La carta quedó en nuestro poder, con fecha de diciembre, y la pudimos entregar recién ahora. Lo único que tenemos es un número expediente de que fue recibida en Mesa de Entradas. Con nosotros nunca se comunicó nadie, al menos no con la Cooperadora. Y tampoco hubo reposición de las cosas robadas. Ahora asumió una nueva directora que está interesada en mejorar la seguridad, que es lo que nosotros estamos pidiendo.

«Con nosotros nunca se comunicó nadie, al menos no con la Cooperadora. Y tampoco hubo reposición de las cosas robadas.»

– Valeria: Lo ideal sería que repongan el casero, que haya un sereno en la plaza y que se refuercen las rejas.

Respuesta de la comunidad

Al día siguiente del último robo la cooperadora convocó a abrazar la escuela. La respuesta de la comunidad, si bien no calmó la incertidumbre, ayudó para levantar la moral, recargar las pilas, reforzar los lazos de solidaridad.

– Valeria: Vino mucha gente del barrio, algunos te decían “yo conozco la escuela desde hace mil años porque vino mi nieto, porque vino mi hijo”. Se comunicó gente de All Boys para ver qué era lo que había pasado y cómo podían ayudar, se comunicaron de otras coopes y de repente empezamos a decir “me llamó este, me llamó el otro, me están preguntando en qué pueden ayudar…”

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– Noelia: Hubo familiares que nos decìan “yo soy electricista, si hubo rotura de algo eléctrico puedo ir y lo reparo”; otra familia que nos dio una mano vino a arreglar las compus. Después hubo familias que por ahí tienen emprendimientos y dijeron “quisiera hacer una rifa con mi emprendimiento para juntar dinero”.

La Cooperadora

– ¿Cómo se sienten frente al ciclo lectivo que se inicia?

– Noelia: Con ganas de hacer. Conscientes de la situación económica, entonces desde nuestro lugar de coope la pregunta es cuánto podremos hacer porque para todo hace falta fondos. Fondos que vamos generando con el pago de la cuota social, con eventos, con rifas. Para todo eso hace falta que las familias participen.

Valeria, Noelia y Martina integran la comisión directiva de la Cooperadora de la Rosales. Café de por medio charlaron con Vínculos Vecinales sobre la situación de la escuela.

– ¿De qué compras se encarga la Cooperadora?

– Noelia: En el rubro librería todo, desde biromes, tizas, hojas para fotocopias hasta los registros y los libros de asistencias del personal docente y no docente. Después, gastos básicos como papel higiénico, artículos de limpieza, que obviamente eso hace al confort, no es lo mismo ir a una escuela donde los chicos se puedan sentar en una mesa que está limpia y que vayan a un baño limpio. También compramos artículos deportivos que nos van pidiendo los profes de Educación Física a medida que se van gastando; libros para la biblioteca; instrumentos musicales. En la cabeza de la gente hay una concepción de que todo eso viene del Estado, pero no.

«La cooperadora compra desde biromes hasta papel higiénico. En la cabeza de la gente hay una concepción de que todo eso viene del Estado, pero no.»

– ¿Cuánto dinero recibieron del Estado el año pasado para estas compras en concepto de FUDE? (Fondo Único Descentralizado de Educación)

– Noelia: Recibimos 500.000 $ en septiembre. La escuela tiene 450 alumnos, es decir que la relación fue de 1000/1200 $ por chico por año, y recibidos en septiembre. Pero bueno, por suerte esta escuela tiene una comunidad que se involucra mucho.

– Martina: Varias veces al año hacemos una feria en la que participan un montón de emprendedores, hay shows de artistas del barrio, hacemos rifas. Esa comunidad presente que dice Noe se ve constantemente y no pasa solo por por el pago de la cuota social.

– Valeria: Así que ojalá que tengamos un año hermoso. Yo lo veo muy difícil, trato de ser siempre muy optimista pero la realidad… la realidad.

– Noelia: Las ganas de hacer están intactas, ojalá que podamos darle curso. ♦


Ecuel Nº 10 DE 12 Leonardo Rosales
Mercedes 1405, Floresta.
Instagram Cooperadora: @coope.rosales

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