“Priscila Siben, surgida del semillero de Villa Sahores, fue convocada para integrar la Selección Sub 15 de Fútbol Femenino”, posteó con orgullo en sus redes sociales el club de Santo Tomé y Artigas, el 29 de junio pasado.
La noticia había nacido en una carta con sello de la AFA que siete meses antes llegó al Club Atlético Vélez Sarsfield, donde actualmente Priscila, con 13 años, es arquera de la reserva. La novedad recorrió Liniers y su eco retumbó en Villa del Parque.
Todo empezó en 2010. Priscila y su hermano Diego se hicieron socios de Sahores para practicar “algún deporte”. Diego, con cinco años, se anotó en fútbol y Priscila, con tres, comenzó gimnasia artística.
Con el tiempo el club se volvió parte esencial de su vida cotidiana, allí pasaban tardes enteras después de la escuela. Cuando Priscila no estaba haciendo gimnasia artística, iba a la cancha donde jugaba su hermano a ver los partidos.
En una de esas veces, Javier Echeverría, el profesor de fútbol, se puso a pelotear con la pequeña y la invitó a jugar. Esos minutos en la cancha le bastaron a Priscila para saber que el deporte que ella quería practicar, era fútbol. Desde entonces dejó de ir al club con la malla de gimnasia y en cambio llegaba alegre con sus relucientes botines.
Destino de arquera
Comenzó jugando en el grupo mixto de infantiles y rápidamente fue creciendo como deportista. Llegó un día que faltaba arquero para el equipo y una compañera le comentó al técnico: “Estuvimos con Priscila peloteando en mi casa y ella es muy buena atajando”. Como quien no quiere la cosa se encontró con su destino. La flamante arquera de la selección reconoce que al principio no le divertía mucho, pero con el paso de los partidos se dio cuenta que su lugar estaba ahí, bajo los tres palos.
Su madre confiesa que al principio le daba miedo que pueda lastimarse, que al atajar la pelota se le doblen los dedos. Luego el tiempo la fue acostumbrando, tanto con Priscila como con su hijo Diego, que también resultó arquero.
En 2018 Priscila y Diego fueron a probarse en Vélez Sarsfield y los dos hermanos ficharon en el Fortinero. Priscila, con 13 años, se convirtió en la jugadora más joven de la Reserva del club, pero para que pueda jugar hay que esperar unos meses hasta el próximo 3 de abril, fecha en que cumplirá 14. Desde ese día estará habilitada oficialmente tanto para participar de los partidos de la Reserva de Vélez como en los campeonatos de AFA.
Con un pie en la selección
Cuando llegó la carta de la AFA con la gran noticia de su convocatoria, Priscila estaba cursando sus últimos días de primaria en la escuela José E. Galloni, de Villa del Parque. “Me felicitaron mis amigos, las profes, la directora, todos”, recuerda la jugadora.
Este año Priscila empezó la secundaria, un mundo que está conociendo por video llamada. Por la mañana tiene las clases del colegio y a las cinco y media de la tarde arrancan los entrenamientos, también virtuales.
Antes que empiece la cuarentena llegó a visitar el predio “Julio Grondona” de Ezeiza, donde entrena la selección nacional, cuyas instalaciones, pensadas para deportistas de elite, están a años luz de las que puede tener cualquier club local. “El lugar es re lindo y los entrenamientos son distintos, más difíciles que en Vélez, usamos como cuarenta mil conos”, dice Priscila, “pero está bien”, concluye asumiendo el desafío. Sobre la relación con el resto de las jugadoras, cuenta que “por suerte” se hizo amiga de una de las arqueras. A las demás jugadoras casi no pudo tratarlas, porque entrenan por separado.
VV. ¿Qué jugadores tenés como referentes?
PS: En el arco mis referentes son Vanina Correa (arquera de la selección femenina) y Esteban Andrada (arquero de Boca). Antes de la cuarentena yo iba a la Bombonera bastante seguido con mi papá y mi hermano. Yo soy hincha y mi hermano es muy fanático. Cuando corrió la noticia de su incorporación a la selección, el actual arquero Xeneize le envió un video saludándola. Priscila cuenta que también admira a Estefanía Banini y Mariana Larroquette, jugadoras de la selección femenina y, obviamente, a Messi.
La niña que empezó a jugar en Sahores para divertirse, vio crecer sus espectativas entrenando en Vélez. Y hoy, cuando elude los cuarenta mil conos en el predio de Ezeiza, se sueña a sí misma atajando en un partido del mundial vestida con la camiseta de la selección nacional. ♦
Más información: https://velez.com.ar/futbolfemenino/notas/2020/06/27/223507_arquera-de-seleccion
