La historia bajo nuestros pies

Arquecoop. El recorrido de una cooperativa de arqueólogos urbanos nacida en el Corralón de Floresta.

Arquecoop. El recorrido de una cooperativa de arqueólogos urbanos nacida en el Corralón de Floresta.

La historia bajo nuestros pies

Arquecoop. El recorrido de una cooperativa de arqueólogos urbanos nacida en el Corralón de Floresta.

Quienes fueron a vacunarse a la plaza del Corralón, ¿sabrán que allí donde les inyectaron la protección contra el covid hace cien años había un abostadero? Un código QR entrega esa información a quien acerque su celular.

Y los estudiantes del colegio Larroque, lindero a la plaza, ¿estarán enterados de que allí encontraron los huesos de un perezoso gigante, que vivió en esas tierras hace 10.000 años? Otro código QR informa de este hallazgo paleontológico, único en la ciudad.

Estas señas del pasado que hoy pueden encontrarse en la plaza del Corralón son producto del trabajo de un grupo de arqueólogos que en el año 2007 llegaron al lugar, invitados por la Asamblea de Floresta. Por aquel entonces la plaza era un proyecto, la puesta en valor del Corralón aún no había comenzado.

Cuando empezaron a excavar, Ulises Camino cursaba su doctorado en arqueología urbana. Estaba investigando sobre el partido de San José de Flores, una gran zona perisférica de la ciudad de Buenos Aires, que incluía lo que hoy es Floresta. Aniela Traba y Javier Hanela eran alumnos de la licenciatura en arqueología de la facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

En el Corralón, casi todo lo que encontraban estaba quemado, porque ese predio había sido rellenado con basura traída de “la quema”: Huesos de animales de consumo, sobre todo ovejas, ladrillos, botellas, elementos que databan de fines del siglo XIX y principios del XX. También, cantidad de herraduras de la caballeriza que luego formaría parte de la vida del Corralón, cuando el edificio cumpliera las funciones de centro de saneamiento urbano.

¿Qué aportes hicieron a sus investigaciones los materiales encontrados en el Corralón?

Ulises: A los arqueólogos estos hallazgos nos permiten comparar. Mientras acá había muchas ovejas, ¿qué pasaba en Rosario? ¿qué pasaba en Montevideo? El trabajo en el Corralón dio pie a ese estudio comparativo. Y también fue el inicio de Arquecoop.

Científicos cooperativos

“Diez años atrás la arqueología urbana casi no tenía difusión. Para impulsarla, un grupo de compañeros que veníamos trabajando en estos temas decidimos asociarnos”, así recuerda Aniela el origen de Arquecoop, la primera cooperativa de arqueólogos del país, fundada en el 2009 y que cuenta hoy con once socios.

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Según un informe reciente del Ministerio de Desarrollo, esta profesión está entre las peores pagas de todas las que requieren título habilitante. Legitimar su trabajo se vuelve en este contexto un gran desafío.

¿Quién contrata un arqueólogo o una arqueóloga?

Aniela: El principal contratante es el Estado, la principal fuente de trabajo en Argentina es la investigación y la docencia en institutos científicos o en universidades.

Ulises: También las grandes obras de infraestructura que cuentan con crédito del exterior requieren líneas de base previas para delimitar los impactos sociales, ambientales y también arqueológicos, de cuidado del patrimonio.

Arquecoop en acción

En el Parque Rivera Sur, al lado del Autódromo, hay un sitio arqueológico particular: sus hallazgos datan de entre 350 y 300 años antes de la llegada de los europeos; es el único prehispánico en toda la ciudad. “Es muy importante”, afirma Ulises, quien tuvo a cargo la codirección en parte de las excavaciones. Y agrega: “En Buenos Aires, la ciudad que más se autopercibe como europea, la realidad bajo la tierra dice otra cosa.” Varias universidades trabajaron en forma conjunta para llevar adelante esta investigación: la del Museo Social Argentino, la Universidad del País Vasco y la UBA. La próxima etapa le toca a Arquecoop, ya que ganaron recientemente un mecenazgo para poner en valor el sitio, trabajo que llevarán adelante con la comunidad. “Nos pusimos de acuerdo con los grupos que están ahí: los de la Junta de Estudios Históricos, los pueblos indígenas, los ceramistas de Barro Local y el Colectivo Ribereño. Definimos con ellos, por ejemplo, la cartelería que tendrá el lugar”, cuenta el investigador.

“Nosotros queremos trabajar en un ida y vuelta con la comunidad, no quedarnos aislados en nuestro ámbito académico”, afirma Javier Hanela, exponiendo una idea compartida por todos en Arquecoop y que prácticamente es su leitmotiv.

“Nosotros queremos trabajar en un ida y vuelta con la comunidad, no quedarnos aislados en nuestro ámbito académico”

En el año 2019 los contrató el municipio de Baradero para intervenir en un sitio arqueológico ubicado en el fondo de un teatro. “El lugar pertenece a la iglesia, está pegado a la parroquia Santiago Apóstol”, cuenta Aniela. Durante unas obras de remodelación, al levantar las tablas del escenario encontraron objetos antiguos y partes de cimientos de los siglos XVIII y XIX. Luego de ese hallazgo los contactaron. El grupo de arqueólogos empezó relevar el lugar en conjunto con la gente de la iglesia y los vecinos, hasta que la pandemia pausó el trabajo.

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La arqueóloga explica que el proyecto es hacer un museo del sitio, dejar exhibida parte de la excavación cuando el teatro reanude su actividad. Además, acondicionar las habitaciones traseras como museo religioso, porque también en este intercambio se empezó a mover parte del patrimonio propio de la parroquia.

Urbania

Además de hacer trabajo de campo, los arqueólogos escriben. Y los arqueólogos urbanos de habla hispana no contaban con ninguna publicación científica donde compartir sus investigaciones. Para llenar este vacío, Arquecoop creó Urbania, una revista que en sus primeros años publicaban en papel y actualmente continúan en formato digital.

Últimamente, a la revista sumaron una oferta de talleres virtuales sobre distintos temas: metodología en arqueología urbana, metodología en arqueología histórica, dibujo digital para la comunicación científica, dibujo digital para la arqueología (necesario para hacer planos, por ejemplo). “Tuvimos inscriptos de todos lados: Honduras, México, España. Ahí caímos en la cuenta de la red que fuimos construyendo en estos años, casi sin advertirlo, a nivel hispanoamericano”, destaca Ulises, doce años después de la excavación en el Corralón de Floresta, que dio el puntapié inicial a este proyecto colectivo. ♦


Arquecoop en Instagram:

@urbania.arqueologia
@arqueocoop

Links de interés:

Hallazgos en la Plaza San Martín
Científicos Industria Argentina:
https://www.youtube.com/watch?v=ArNO9VLxJRA&ab_channel=ulisescaable
La TV Pública:
https://www.youtube.com/watch?v=B9uMr1vO3kE&ab_channel=Televisi%C3%B3nP%C3%BAblica

Hallazgos en el parque Rivera Sur
Científicos Industria Argentina:
https://www.youtube.com/watch?v=wdD34ypwKvg&ab_channel=Televisi%C3%B3nP%C3%BAblica

Entrevista a Ulises Camino en IP Global:
https://www.youtube.com/watch?v=vuMmT8hxHPg&ab_channel=ulisescaable

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