La inauguración tiene fecha fijada para el día 29 de diciembre. Cuando las vecinas y los vecinos que vienen participando de la Asamblea del barrio traspasen ese día el arco de antiguo hierro sobre la calle Gaona al 4.600 y pisen el suelo adoquinado en el edificio reciclado del Corralón, seguramente habrá lágrimas, abrazos, vitores y aplausos.

Mabel Sampaolo es una de las mujeres referentes de la Asamblea de Floresta, que como el resto de las asambleas barriales nació luego del estallido social del 2001. Con ella hablamos para recordar, previo a su reinauguración, la historia de este espacio tan particular.

¿Cuál es el origen del Corralón de Floresta?

En 1911 la Intendencia de la Ciudad compra ese terreno para solucionar el problema del saneamiento de una zona que empezaba a poblarse con inmigrantes. Allí estacionaban los caballos y los carros y se reunía todo el personal que trabajaba en la recolección de la basura. Con el correr de los años, a los vecinos les parecía que un espacio así no era lo ideal para un barrio que pretendía ser residencial y empezaron a solicitar su traslado. En los periódicos barriales de los años 40 aparecen notas que reclaman que ese espacio se destine a una plaza. Con el tiempo carros y caballos fueron reemplazos por camiones y el reclamo del barrio siguió.

Años70

Después del 76 la Junta Militar interviene el lugar. Los trabajadores del Corralón, que estaban sindicalizados, venían luchando por condiciones dignas de trabajo. Tres de ellos son desaparecidos. Uno de los tres era un sacerdote obrero, de origen uruguayo, el padre Silva. Los otros dos se llamaban Néstor Sanmartino y Julio Goitía. Durante esos años el Corralón se tercerizó mediante una concesión a una empresa privada.

De una generación a otra

En los años ‘90 un nuevo grupo de vecinos retoma el reclamo por la construcción de un espacio verde para el barrio. Había una zona del predio que había quedado fuera del contrato de tercerización y ellos lograron que se cambie la tipificación del uso de zona de saneamiento urbano a zona de urbanización parque. Llegaron hasta ahí. Quedó fijado el cambio de uso de suelo pero no se llevó adelante el parque.

La Asamblea de Floresta

Cuando nosotros nos conformamos como Asamblea después del 2001 retomamos el tema. Los camiones de recolección de residuos siguieron estacionando allí hasta el 2005. En febrero de ese año les vencía la concesión, tenían que desocupar el predio. La empresa contratista intenta hacer una matufia: pintan los camiones de otro color y pretenden quedarse, quieren hacer que parezca que la concesión pasó a otra empresa. Pero nosotros sabíamos que estaba firmado que el Corralón se devolvía a la Ciudad para que se hiciera la urbanización parque, así que nos movimos y logramos que se vayan.

El Gobierno de la Ciudad de ese momento nos dio la llave del edificio del Corralón para que la Asamblea pueda reunirse allí y preservar el espacio mientras se resolvía su nuevo uso. Durante esos años abrimos las puertas a múltiples actividades. Grupos culturales, científicos, artísticos, comunitarios pudieron usar el Corralón para desarrollarse y aportar al barrio.

Escuela, plaza y memoria

Todo ese tiempo nosotros habíamos estado trabajando muy seriamente en armar un proyecto de uso del predio que incluía la construcción de una escuela secundaria, una plaza cultural y un espacio de memoria. A través del Presupuesto Participativo conseguimos que se aprobara la construcción de la escuela, que vimos levantarse con el paso de los años y se inauguró en el 2008. Lo que no logramos es que fuera una escuela nueva, sino que trasladaron allí al Colegio Larroque. Sí le agregaron una orientación, pasó de ser sólo Comercial a tener la orientación en Ciencias Sociales. Nosotros habíamos solicitado un secundario con especialización en Derechos Humanos por lo que había pasado con los pibes.

Los pibes de Floresta

El 29 de diciembre del 2001, a pocos días del estallido del 19 y 20, tres adolescentes del barrio estaban sentados en una mesa del bar de la estación de servicio de Gaona y Bahía Blanca, viendo por la televisión los incidentes que ocurrían entre manifestantes y policías por la convulsión social de aquellos días. Uno de ellos hizo un comentario en voz alta criticando a la policía que reprimía a los manifestantes. En el bar había un policía de la comisaría43º, a cargo de la seguridad. Sacó su arma y acribilló a los tres amigos. Los chicos se llamaban Maxi, Cristian y Adrián. Mientras eran velados en Concordia y Juan B. Justo, el barrio se movilizó, fue contra la comisaría 43. La policía quería detener a los jóvenes que estaban manifestando, se produjo una ratzia que duró varios días, estábamos sitiados! Fue una situación terrible, vivimos hechos que nunca olvidaremos.

¿Qué relación tuvo ese hecho con la Asamblea?

La Asamblea se acercó a las madres de los chicos y las acompañó en el pedido de justicia. Después tratamos de sostener su memoria, ya que fue un caso de violencia institucional gravísimo.

La plaza cultural del Corralón

Hace unos años, el actual jefe comunal recuperó el viejo proyecto y se licitó la obra de puesta en valor del predio del Corralón. Todos los grupos que utilizábamos el lugar tuvimos que desalojarlo y en diciembre del 2017 comenzó el trabajo, que nosotros fuimos siguiendo tan de cerca como nos permitieron.

Lo que más nos interesa al día de hoy es que el barrio tenga la plaza que se merece y que por tantas décadas luchó. Nuestra preocupación ahora es que se cumpla el Acta firmada, que prevé la continuidad delas actividades que funcionaban en el Corralón, la elaboración de un marco normativo para el funcionamiento de la futura plaza y la preservación de la casona como Espacio de Memoria. Esperamos que sea con el mejor final y que la obra sirva para mejorar la calidad de vida del barrio. El 29 de diciembre, ¡allí nos veremos!

Asamblea de Floresta:  https://www.facebook.com/asamblea.defloresta/

El Épico de Floresta: https://vinculosvecinales.com.ar/teatro-comunitario/

Diálogo con María Claudia Martínez, la escultora de Floresta: https://vinculosvecinales.com.ar/la-escultora-de-floresta-parte-i/